Una de las principales reclamaciones que realizan las organizaciones agrarias al futuro parlamento europeo es acabar con la competencia desleal de la entrada de productos de terceros países de la Unión Europea. Las condiciones para su producción son menores que para los países comunitarios y esto afecta a los costes de producción. El sector está mayoritariamente a favor de las políticas verdes de la agenda 2030 pero piden "cabeza" a los políticos y revertir aspectos de la ley de bienestar animal, entre otros.
En 12 años Europa ha pasado de 15,5 millones de campesinos a 9,5 y por eso dan un toque de atención, ya que algunas políticas que se hacen "asfixian". El 3 de junio el sector volverá a movilizarse con cortes fronterizos entre España y Francia. "Todos los agricultores y ganaderos de Europa tenemos los mismos problemas"; así de claro se manifiesta Néstor Serra, que tiene granjas de pollos y es responsable de Unió de Pagesos en el Segrià.
Ciertamente es así porque la ACN ha hablado con diferentes representantes de organizaciones agrarias y también de la patronal de la producción de frutas y hortalizas y mayoritariamente hay coincidencia en las problemáticas que afectan al sector. La competencia desleal de los terceros países es la que más se ha destacado. Manel Simón, director general de Afrucat, ha apuntado que si el marco europeo es común, debería crearse un marco de regulación de la cadena alimentaria para que un país no sea más restrictivo que otro.
En este sentido, Jaume Bernis, de JARC, asegura que a los campesinos y ganaderos de los países miembro les cuesta mucho más caro producir que al resto de países que no están en la UE. Esto es así porque las condiciones fijadas por la UE son mucho más estrictas que las que establece la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero a su vez, se produce la contradicción de que con estos estándares inferiores, estos productos pueden entrar igual a la UE y venderse a un precio inferior.
Bernis lamenta que reivindican precios justos pero si no existe un equilibrio esto no se conseguirá. Por eso reclama a los políticos que se presentan en Europa que la "primera pieza" a trabajar es esta competencia desleal que lleva a la desigualdad a la hora de encontrar productos en las estanterías de las tiendas. Por otra parte, Manel Simón reclama la apertura a terceros países pero en cuanto a las exportaciones de productos que se realizan aquí. En este sentido apunta que ahora hay negociaciones bilaterales y apuesta por que la UE pase por delante para poder incentivar la comercialización en estos países.
Sí a la política verde pero con límites
El sector está por lo general a favor de las políticas verdes que estipula la agenda 2030 pero reclama a los políticos que pongan "cabeza" en determinadas medidas que al final les acaban asfixiando. Se refieren sobre todo a la prohibición de determinados productos fitosanitarios para frenar plagas que afectan a las cosechas y que les provocan pérdidas y desigualdad hacia los países terceros donde sí pueden utilizarlos.
También se apunta a la ley del bienestar animal, aprobada en el último tramo del mandato europeo, que pondrá muchas condiciones en la producción ganadera como el límite de carga del transporte del ganado en función de la temperatura exterior. Pedro Roqué, presidente de Asaja en Lleida, critica la votación de hace 2 meses en Europa donde se equipararon las emisiones residuales de todas las granjas con las emisiones residuales nucleares.
Lo ve como un ataque al sector y por eso pide "cuidado" a los partidos que lo votaron. En este sentido, se muestra preocupado por la ley que afecta al transporte animal que podría hacer que se subieran los costes más de un 50%. Por su parte, Gerard Cardona, miembro de Revolta Pagesa en el Pallars, pone el foco en los planes de reintroducción en una zona donde se ven especialmente afectados por la presencia del hueso.
Por eso reclama que si se decide impulsar alguna iniciativa en este sentido, es necesario tener claras las compensaciones para el sector en caso de que el animal se vuelva peligroso, como está ocurriendo con el hueso. Cardona apunta que el territorio es "diverso" y eso deben tenerlo en cuenta los dirigentes europeos.
Alerta por la pérdida de agricultores y ganaderos
Jaume Bernis, de JARC, explica que en los últimos 12 años se han aprobado tres PECs (Política Agraria Común) y que en Europa se ha pasado de 15,5 millones de campesinos y ganaderos a 9,5 millones. Por este motivo, alerta de que algo se está haciendo mal en la política agraria europea si el sector cuenta cada vez con menos trabajadores.
Estas cifras, según Bernis, demuestran que lo que hasta ahora han venido haciendo las políticas, con un marcado de reglamentos que debe cumplir el sector, no ha ido en la línea de preservarlo. Bernis pide a los políticos que digan claramente si quieren trabajar para preservar o no al sector o si irán a buscar alimentos a otro sitio. El sector pide tomar conciencia de la importancia de las políticas que se deciden en Europa y que les acaban afectando directamente.
Tampoco se olvidan de la burocracia, una de las grandes reivindicaciones en las protestas de los últimos meses en el país y en el seno de muchos países de la UE. Apuntan a Europa como la principal responsable de toda la "papeleo" que deben asumir en su día a día y por eso piden que se regule de forma consensuada con los países miembro que a su vez también exigen documentación y papeles a sus campesinos y ganaderos.