La compañía de teleoperaciones Konecta ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 602 personas en todo el Estado. En Barcelona, la medida prevé afectar a 67 empleados, según ha anunciado el sindicato CGT.
El centro más afectado es el de Madrid, donde el ERE implica a 386 personas. En el comunicado, la CGT ha lamentado que el nuevo director ejecutivo, Nourdine Bihmane, haya apostado por una medida que consideran "sumamente drástica" y lo haya hecho "sin remordimientos".
"Esta es su receta para crear desarrollo y llevar a la empresa a la cima de la modernización empresarial", espetó. El ERE también afecta a trabajadores de Extremadura, Asturias, Canarias, Andalucía y País Vasco.
¿Cómo funcionan los ERE?
Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es un procedimiento legal que permite a las empresas llevar a cabo despidos colectivos, suspensiones de contratos o reducciones de jornada de manera ordenada y justificada. Dado que el tema puede ser complejo y técnico, es importante desglosarlo de manera que todos puedan entender sus fundamentos, su proceso y sus implicaciones tanto para los trabajadores como para las empresas.
Un ERE es un mecanismo que permite a una empresa ajustar su plantilla laboral ante situaciones económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifiquen la necesidad de modificar sus condiciones de empleo.
Tipos de ERE
ERE de extinción: Este tipo de ERE se utiliza para llevar a cabo despidos colectivos cuando la empresa necesita reducir permanentemente su número de empleados.
ERE de suspensión: Aquí, los contratos de trabajo se suspenden temporalmente, sin que los empleados pierdan su puesto de trabajo. Este tipo de ERE es común en situaciones de crisis temporales.
ERE de reducción de jornada: En este caso, se reduce temporalmente el número de horas de trabajo de los empleados.
Proceso de implementación del ERE
El primer paso es que la empresa notifique a los representantes de los trabajadores y a la autoridad laboral competente su intención de iniciar un ERE. Esta notificación debe incluir una memoria explicativa detallada de las causas que justifican el ERE.
A continuación, se abre un periodo de consultas que, en general, tiene una duración de 15 a 30 días. Durante este tiempo, la empresa y los representantes de los trabajadores deben negociar para intentar llegar a un acuerdo. El objetivo es minimizar el impacto del ERE, ya sea reduciendo el número de despidos, acordando medidas alternativas o mejorando las condiciones de salida de los empleados afectados.
La empresa debe proporcionar toda la documentación necesaria para justificar el ERE. Esto incluye informes económicos, técnicos, organizativos o de producción, según sea el caso. También se deben presentar las medidas sociales que la empresa planea implementar para ayudar a los trabajadores afectados, como planes de recolocación o formación.
Tras el periodo de consultas, la empresa debe comunicar el resultado a la autoridad laboral. Si se ha llegado a un acuerdo con los trabajadores, la autoridad laboral suele validar el ERE sin mayor problema. Si no hay acuerdo, la autoridad evaluará la documentación y tomará una decisión en base a su criterio.