Cuando una empresa anuncia un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el impacto trasciende las cifras y los balances económicos para convertirse en dramas personales y familiares. Cada despido supone la pérdida repentina de la estabilidad, los proyectos vitales y las expectativas de futuro de cientos de personas.
Los trabajadores afectados se enfrentan a una situación delicada, marcada por la incertidumbre económica y emocional que acarrea la búsqueda de un nuevo empleo, especialmente cuando el mercado laboral no ofrece garantías de absorción inmediata. Además, un ERE puede afectar negativamente al entorno del trabajador: sus familias, que dependen del sueldo para cubrir necesidades básicas, se ven expuestas a una tensión que puede derivar en problemas personales y de salud.
Los despidos colectivos también generan un ambiente laboral complicado para aquellos empleados que permanecen en la empresa, aumentando la presión, el estrés y la preocupación por posibles nuevas reducciones de plantilla.

La empresa afectada
La empresa de telemarketing CPM Internacional prescindirá de 577 trabajadores en Barcelona con un despido colectivo motivado por la pérdida de varios clientes, el más importante de los cuales es Dyson, según confirman fuentes sindicales. La despedida del fabricante de aspiradoras, que trasladará su servicio de atención al cliente a Atenas, habría motivado los despidos porque el cliente representaba más del 60% del negocio de CPM Internacional.
La compañía también ha perdido otros dos clientes, Lee Wrangler y Withings, menores en cuanto a carga de trabajo. Según la misma fuente, en estos momentos todavía se negocian los términos del despido, y los representantes de los trabajadores "intentan salvar el máximo de puestos de trabajo".
La dirección de la empresa anunció a principios de marzo un expediente de regulación de empleo que podía suponer entre 600 y 700 despidos en su centro ubicado en Barcelona, lo que equivale alrededor del 60% de la plantilla que trabaja en el 'call center' de la compañía.

Tal como han confirmado fuentes sindicales este sábado y ya adelantó la dirección, la situación actual es fruto de la pérdida de "tres clientes" de CPM, el más importante de los cuales es la marca británica de aspiradoras Dyson.
Hablan los sindicatos
En este sentido, según han detallado los representantes de los trabajadores, CPM International Telebusiness "tendría la intención de deshacerse de la plantilla de su proyecto Dyson cuanto antes mejor, aunque el contrato vencería a finales de octubre de este año". De hecho, explican que todavía hay conversaciones entre CPM y Dyson en Londres (sede de la matriz de CPM) "sobre el cese de la colaboración" entre ambas empresas.
Fuentes sindicales también informan que la empresa de telemarketing "también cerrará" los centros de Eslovaquia y Filipinas, donde había deslocalizado gran parte del trabajo del centro de atención al cliente de Barcelona desde el año 2022.
CPM International Telebusiness es una de las empresas del universo del gigante norteamericano de la publicidad Omnicom.