Ha llegado septiembre y las temperaturas han descendido respecto de los números que padecíamos en julio y en agosto. El riesgo de incendios ha bajado, pero persiste. Quedó claro con el grave incendio que se dio a conocer ayer por la tarde en Cabassers, donde intervinieron decenas de dotaciones de bomberos terrestres y aéreas. También en el día de ayer, conocimos el incendio de Porrera.
Los Agentes Rurales han elaborado un mapa en el que identifican las comarcas más conflictivas del día de hoy, es decir, las zonas que tienen más riesgo de sufrir un incendio. Las comarcas están separadas en diferentes colores: blanco, amarillo, naranja y rojo. La mayoría de comarcas del país están pintadas de color blanco, pero algunas zonas del norte y del sur tienen un riesgo.
En concreto, Pla de l'Estany, Baix Penedès, Segrià, Garrigues, Baix Camp y Montsià tienen un riesgo moderado con el color amarillo como protagonista. Por otro lado, Alt Empordà, Baix Empordà, Priorat, Ribera d'Ebre, Terra Alta i Baix Ebre tienen un riesgo alto y están pintadas con color naranja. La zona más al norte del Alt Empordà está pintada de color rojo, lo que simboliza el nivel 3 y demuestra también que es una zona muy castigada que ya ha sufrido incendios en el pasado.
Las comarcas que están pintadas de color blanco no significa que no tengan riesgo de incendio. El riesgo de incendio nulo es inexistente, así que la posibilidad real está en todo el territorio.
Avisos por parte de Agents Rurals y de la Generalitat
Todas las administraciones públicas y organismos que se ocupan de la gestión del territorio y, en especial, del ámbito más rural, piden a los ciudadanos precaución y prudencia para evitar incendios que empiezan por culpa de un incidente o de una imprudencia.
También se han hecho campañas para garantizar el mantenimiento de los bosques en buen estado, en especial por lo que respecta a baja vegetación, que sirve como un gran combustible para que se propaguen las llamas en zonas de difícil acceso.
Llegada del otoño
Con la llegada del otoño, el descenso de las temperaturas y el aumento de las lluvias, el riesgo de incendio va a descender, pero todavía sigue siendo muy alto. La situación no se va a relajar hasta octubre o noviembre, de modo que hay que seguir tomando todas las precaciones.