El mes de julio se ha convertido en una auténtica montaña rusa meteorológica. Lo empezamos con la resaca de la ola de calor vivida a finales de junio y lo hemos terminado aún con la memoria de las grandes lluvias que han azotado puntualmente. Días en los que incluso hemos tenido que sacar la sudadera y otros en los que aún ni con la tez desnuda soportábamos el bochorno. Pues parece que agosto será igual; al menos, en sus primeros días.
El viernes se rompe la rutina: chubascos en el interior
El viernes no será un día cualquiera. Las primeras horas serán tranquilas en la mayor parte del territorio, pero pronto aparecerán los primeros síntomas de cambio. A media mañana, las nubes ganarán terreno en el interior de la mitad este y en el Pirineu. El ambiente se volverá más pesado y, en algunos puntos, incluso algo eléctrico.
No tardarán en llegar los chubascos. Estos chubascos, a menudo repentinos, se repartirán sobre todo por el interior del nordeste, el Pirineu y algunas zonas de la Catalunya Central. No serán lluvias intensas, pero sí podrán venir acompañadas de tormenta e incluso dejar caer algo de piedra pequeña, lo que dará más espectáculo al cielo. La lluvia, aunque en general será poco abundante, en algunos rincones puede sorprender por su intensidad.

Mientras tanto, Ponent y el sur de Catalunya vivirán una jornada muy distinta. Allí el sol será el gran protagonista, y el calor apretará con más fuerza a medida que avance el día. De hecho, se prevé un aumento de las temperaturas con respecto a las de este jueves.
Sábado cambiante: la inestabilidad viaja al litoral y al nordeste
El sábado seguirá el guion de la variabilidad. Por la mañana, la costa y el prelitoral central despertarán bajo nubes y posibilidad de chubascos, que no durarán demasiado pero pueden incomodar a quienes busquen un plan al aire libre.
Con el paso de las horas, el foco se desplazará hacia el interior del nordeste. Comarcas como el Alt Empordà, la Selva o el Pla de l’Estany notarán cómo las nubes crecen y el riesgo de lluvia aumenta a partir del mediodía. Aquí, la meteorología será muy caprichosa: algunos puntos verán llover con ganas durante unos minutos, mientras a pocos kilómetros el cielo apenas se inmuta.
Estas lluvias serán, en su mayoría, de poca entidad. Aun así, hay que estar atentos porque alguna tormenta puede dejar un chaparrón inesperado y hasta algo de granizo fino. Los agricultores y quienes viven pendientes del cielo lo saben bien: basta un cambio en el viento para que todo se anime.
Más sol y calor al oeste y al sur: contraste marcado
Mientras en el nordeste el cielo juega con nubes y claros, en Ponent y el sur el ambiente será bien distinto. El anticiclón no se deja impresionar y mantiene el control sobre Lleida, Tarragona y el interior sur. El sol brilla con fuerza y las temperaturas siguen subiendo. Los termómetros pueden rozar los 33 ºC en el Segrià y en las comarcas vecinas.
La diferencia entre el nordeste más húmedo y el oeste más seco y cálido será notable. Quienes viajen este fin de semana de una punta a otra de Catalunya podrán sentir cómo cambia el clima casi de un municipio a otro