El temporal de lluvia y tormenta de los últimos días deja ahora una secuela inesperada pero muy seria en la costa catalana. La prohibición del baño se extiende como una mancha de aceite por el litoral de Tarragona y el Garraf.
Un número creciente de municipios se ha visto obligado a izar la bandera roja en sus playas. Esta medida no solo responde al mal estado del mar, sino a un nuevo factor de riesgo para la salud. La jornada de hoy se ha convertido en un auténtico desafío para la gestión de la seguridad costera.
Un goteo constante de cierres en la Costa Daurada y Garraf
Protecció Civil ha ido actualizando a lo largo de la mañana el listado de playas con el baño prohibido. El problema afecta de manera especialmente severa a la Costa Daurada, donde se concentran la mayoría de cierres. Municipios turísticos de gran afluencia como Cambrils, Salou y Vila-seca han sido de los primeros en actuar.

A esta lista se han sumado posteriormente las playas de Altafulla y de El Vendrell, ampliando el perímetro afectado. La incidencia se ha extendido también hacia el norte, llegando a la comarca del Garraf. Allí, a la ya mencionada Cubelles, se le han añadido las playas de la Farola y del Prat en Vilanova i la Geltrú.
La mala calidad del agua, una consecuencia directa de la lluvia
La razón principal de esta cascada de prohibiciones es un notable empeoramiento de la calidad del agua marina. Las intensas precipitaciones caídas de forma persistente han provocado la crecida de ríos y rieras. Estos caudales han arrastrado al mar una gran cantidad de sedimentos, vegetación y otros residuos de forma masiva.
Esta materia orgánica enturbia el agua y puede convertirse en un foco de contaminación bacteriana que ponga en riesgo la salud de los bañistas. Se trata de una consecuencia directa del temporal que obliga a tomar medidas sanitarias preventivas para evitar infecciones.
El impacto combinado con las condiciones marítimas
Al riesgo biológico por la mala calidad del agua se suman las adversas condiciones meteorológicas que todavía persisten. El aviso oficial de Protecció Civil menciona explícitamente la combinación de ambos factores para justificar los cierres.
El fuerte oleaje y la posibilidad de tormentas eléctricas locales siguen siendo un peligro muy real. Por tanto, los ciudadanos que se acerquen a la costa se enfrentan a un doble riesgo a lo largo del día. Esta combinación hace que la prohibición del baño sea una medida absolutamente necesaria y de obligado cumplimiento para todos.
Una tarde de máxima alerta en el litoral
La situación obliga a extremar la prudencia en toda la costa, pero muy especialmente en las comarcas del Baix Camp, Tarragonès, Baix Penedès y Garraf. Las autoridades recomiendan a la población que descarte por completo la idea de acudir a las playas afectadas.

Es imprescindible consultar los canales de información oficiales de emergencias o de los ayuntamientos antes de desplazarse. La bandera roja debe ser respetada sin excepción para evitar tanto accidentes como posibles problemas de salud. Las condiciones no mejorarán hasta que el temporal amaine y el mar pueda depurar de forma natural las aguas residuales.