Buenas noticias en el Pantano de Sau

Los embalses catalanes resisten al primer día de la ola de calor: Gran noticia en Sau

Los pantanos de la cuenca interna confirman su buen estado y su resistencia a situaciones adversas

La gestión hídrica en Catalunya sigue sorprendiendo a propios y extraños en este atípico verano de 2025. Ayer se registró el primer día de una nueva ola de calor, con temperaturas que rozan los máximos anuales y ponen a prueba la resistencia de las reservas de agua. Sin embargo, la realidad de los embalses catalanes no solo desafía las previsiones más prudentes, sino que ofrece un mensaje de optimismo y confianza como pocas veces se había visto en la última década.

Un sistema robusto ante el calor: bajadas mínimas y un embalse en ascenso

El balance de las últimas 24 horas es, sencillamente, espectacular desde el punto de vista técnico: el estado de los embalses en Catalunya apenas ha variado, situándose hoy en un 76,73 % de su capacidad total, solo -0,09 % menos que la jornada anterior. Esta estabilidad no es casual, sino la consecuencia directa de meses de gestión preventiva, lluvias bien aprovechadas y un consumo responsable que han devuelto a la cuenca interna catalana a niveles históricamente altos para esta época del año.

Pero la auténtica gran noticia del día llega desde el embalse de Sau. En contra de la lógica estival —que suele traducirse en pérdidas incluso moderadas—, Sau ha registrado una subida significativa de +0,40 %, situándose en el 65,23 %, la mayor subida de toda la red en plena ola de calor. No solo rompe la tendencia general de bajadas, sino que confirma la recuperación total de un pantano que en veranos anteriores protagonizaba imágenes de alarma por la sequía. Hoy, Sau es sinónimo de resiliencia y adaptación: ha encadenado dos días consecutivos de subida, un fenómeno muy poco habitual en agosto.

Pantano de Sau
El pantano de Sau en buenas condiciones | ACN

El resto del sistema: estabilidad y alguna sombra

El resto de los embalses se mantiene en una dinámica de bajadas mínimas. La Baells pierde solo 0,13 % (hasta el 89,75 %), Susqueda desciende un 0,41 % (81,20 %), y Darnius Boadella retrocede un 0,33 % (66,19 %). Destaca de nuevo la casi total inmovilidad de La Llosa del Cavall (84,15 %, apenas una centésima menos), mientras que Sant Ponç repite como excepción positiva al subir un 0,06 %. Por el contrario, el foco de preocupación sigue en Riudecanyes, que baja otro 0,46 % y se queda en 36,84 %, consolidándose como el punto débil de la red, junto con el estancamiento crónico de Siurana.

En términos globales, estos descensos tan moderados en pleno episodio de calor son una noticia extraordinaria y certifican que el “colchón hídrico” acumulado en primavera sigue funcionando como garantía frente a los escenarios más exigentes.

Recuperación total tras la sequía: un sistema listo para cualquier reto

Estos datos no solo reflejan una buena situación coyuntural, sino que confirman la recuperación total del sistema respecto a la sequía de los años anteriores. El panorama es radicalmente distinto al de los veranos pasados, donde los titulares se centraban en restricciones y emergencia. Hoy, la cuenca interna catalana está preparada para afrontar cualquier situación hidrológica adversa, algo que la coloca a la cabeza en la gestión hídrica estatal.

Eso sí, la llegada de la ola de calor hace imprescindible mantener la prudencia y la vigilancia sobre los puntos más vulnerables. La experiencia reciente demuestra que, con planificación y responsabilidad, los embalses catalanes pueden resistir incluso los embates más intensos del verano, con margen suficiente para garantizar el consumo, la agricultura y la salud de los ecosistemas.