Un paisaje montañoso con un lago y un paraguas colorido en primer plano, junto a una ilustración de nube de lluvia.

Los embalses catalanes reciben las lluvias preparados para evitar catástrofes

Se han implementado nuevas medidas en los pantanos de Foix y de Súsqueda

El sistema hídrico catalán se enfrenta hoy a un nuevo episodio de lluvias intensas, y lo hace con una estrategia mucho más preventiva que la vivida hace apenas unas semanas, cuando el sobrellenado del pantano de Foix provocó el desbordamiento del río y daños importantes en la costa del Garraf y del Baix Penedès. Esta vez, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y los ayuntamientos más expuestos han aprendido la lección y han puesto en marcha medidas anticipadas para evitar que la llegada de nuevas precipitaciones extraordinarias se convierta en un nuevo quebradero de cabeza.

El Meteocat ha activado la alerta naranja por posibles lluvias torrenciales durante la jornada de hoy miércoles. En comarcas como el Baix Penedès, el Tarragonès, el Baix Camp y el Alt Camp, podrían superarse los 40 litros por metro cuadrado en solo media hora, lo que eleva la alerta a nivel 4 sobre 6. El miedo en poblaciones como Cunit y Cubelles es real: los alcaldes advierten que una nueva tromba de 50 o 60 litros podría poner el Foix y su entorno "al límite" y provocar otro episodio de inundaciones.

Por eso, la ACA ya ayer por la tarde abrió una de las compuertas del pantano de Foix, con un caudal de hasta 5 m³/segundo, para liberar más de 400.000 metros cúbicos y ganar capacidad de absorción antes del temporal. Este desembalse preventivo era necesario porque el embalse, saturado de fango y con parte de sus compuertas inutilizadas, apenas contaba con margen de maniobra. El objetivo es evitar que el agua acumulada vuelva a desbordar el río y cause daños en el litoral, sobre todo en las playas, que aún arrastran las consecuencias de la última avenida.

Este es el embalse de Susqueda
Este es el embalse de Susqueda | Google Imagenes

Novedades también en Susqueda

No solo Foix está en el punto de mira. En Susqueda, uno de los embalses más grandes e importantes del sistema, la empresa Endesa, junto a la ACA y Protección Civil, ha implementado un ambicioso plan de emergencias (PEP) que incluye la instalación de diecisiete sirenas en siete municipios del entorno. De momento ya se han colocado catorce dispositivos estratégicamente situados para poder alertar rápidamente a la población si hubiera algún incidente en la presa.

Estas sirenas, alimentadas con energía solar y capaces de emitir avisos a más de 75 decibelios, forman parte de un sistema integral que busca minimizar riesgos en caso de accidente grave o ruptura. El plan, que estará completamente operativo en 2025, prevé también campañas informativas para los ayuntamientos y los vecinos potencialmente afectados.

La activación de estos mecanismos de seguridad y el desembalse controlado en Foix demuestran el giro en la gestión de los embalses catalanes: de la reacción a la prevención. La coordinación entre ACA, Protección Civil y las empresas gestoras pretende garantizar que las lluvias, lejos de ser una amenaza, se conviertan en una oportunidad para reforzar el sistema sin poner en riesgo a la población ni el entorno.

Así están los embalses hoy

En cuanto a la situación hidrológica de hoy, los embalses catalanes siguen una tendencia de bajada sostenida, típica del verano. Las reservas totales caen al 77,11%, con un descenso diario de 0,20 puntos y una caída semanal acumulada del 1,12%. La excepción positiva sigue siendo Sau, que suma otra pequeña subida y se sitúa en el 64,29%, mientras que el resto de pantanos, como Susqueda (-0,42), La Baells (-0,21), Riudecanyes (-0,55) y Darnius Boadella (-0,26), acusan el desgaste de las altas temperaturas y la demanda.

Foix aún se mantiene en niveles históricamente altos (100,29%), pero con una bajada controlada. La Llosa del Cavall, Sant Ponç y Siurana ajustan sus niveles sin grandes sobresaltos.