Catalunya afronta la llegada inminente del verano con un panorama radicalmente distinto al del año pasado. Tras meses de incertidumbre, restricciones y preocupación por la sequía, la situación actual de los embalses ofrece un respiro esperanzador. Según los datos actualizados hoy mismo, 26 de mayo, las reservas de las cuencas internas catalanas se mantienen estables, alcanzando un confortable 80,27% de su capacidad total.
Esta cifra contrasta enormemente con la dramática situación vivida en el mismo periodo de 2024, cuando la escasez de lluvias forzó al Gobierno catalán a activar restricciones generalizadas en numerosas comarcas. Ahora, con los embalses prácticamente repletos y la temporada seca a punto de comenzar, el director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), Josep Lluís Armenter, ha querido subrayar un mensaje clave: la lección se ha aprendido.
En una entrevista concedida al programa 'Café d'idees', emitido en La2 de RTVE, Armenter admitió sin tapujos los errores del pasado y reconoció que "hemos estado quizá demasiados años sin sequía. Veníamos de unas sequías muy continuas desde finales de los 90, pero desde el 2008 hasta esta última sequía no habíamos tenido ninguna y nos habíamos olvidado de hacer los deberes". Estas declaraciones muestran una autocrítica poco habitual, pero necesaria, por parte de la máxima autoridad en materia hídrica en Catalunya.

Armenter también ha aprovechado para enviar un mensaje tranquilizador de cara al futuro inmediato y a medio plazo, destacando que el ACA ya dispone de una hoja de ruta firme para toda Catalunya, con el horizonte puesto en 2030: "Lo que tenemos ahora es una hoja de ruta que ya tenemos en marcha para toda Catalunya. Y esto es lo que tenemos que trabajar con un horizonte 2030 para poderle dar la vuelta y que esta sequía no nos falle y tengamos todos los recursos que hagan falta".
Satisfechos con los datos actuales
Las palabras del director del ACA refuerzan la sensación generalizada de que se está actuando con previsión y responsabilidad. Aunque la capacidad actual del 80,27% asegura tranquilidad en el corto plazo, las declaraciones de Armenter dejan claro que no se repetirá el error de la complacencia que llevó a Catalunya al límite de la crisis hídrica.
La buena situación actual se traduce en menos presión para agricultores, industrias y, sobre todo, la población en general, que ahora afrontará la temporada más seca con la tranquilidad que ofrecen las reservas actuales. No obstante, la planificación y gestión responsable seguirán siendo claves para evitar futuros episodios críticos, en un contexto climático cada vez más imprevisible.
El ACA, consciente de estos desafíos, ya ha activado una estrategia integral que incluye inversiones en infraestructuras de reserva y distribución de agua, campañas de sensibilización ciudadana y proyectos destinados a reducir la dependencia exclusiva de las precipitaciones. Con estas acciones se pretende garantizar que Catalunya mantenga su seguridad hídrica no solo en este verano, sino en las próximas décadas.