Un joven con gafas y camisa oscura está de pie junto a un gráfico de termómetro sobre un fondo que muestra un cielo parcialmente nublado.

Jorge Rey sentencia sobre el tiempo de finales de julio: 'Montaña...'

Estamos viviendo un mes con meteorología totalmente imprevisible

A simple vista, los últimos días de julio parecen ofrecer un clima más propio de un verano moderado que de una ola de calor abrasador. Sobre todo, después de estos días tormentosos con los que hemos tenido que lidiar en Catalunya. Las tardes invitan a paseos tranquilos, y las noches permiten dormir sin ventilador en buena parte del norte peninsular.

Sin embargo, esta atmósfera serena esconde tras de sí una dinámica atmosférica mucho más activa de lo que aparenta. Y es que, mientras el anticiclón de las Azores sigue firmemente anclado, nuevas borrascas atlánticas comienzan a moverse con decisión desde latitudes altas, generando un juego de contrastes que marcará el final de julio y el arranque de agosto.

Un final de mes bajo la influencia de los extremos

Durante los próximos días, el comportamiento de la atmósfera estará regido por dos grandes actores: por un lado, las masas de aire cálido africanas, que impulsadas por vientos del sur harán subir los termómetros hasta límites extremos en zonas del sur peninsular. Por otro, las borrascas atlánticas, que al descolgarse por el norte traerán consigo aire más fresco, inestabilidad y tormentas ocasionales, sobre todo en el norte y el este del país. Así lo prevé el joven meteorólogo Jorge Rey en su nuevo canal de YouTube.

Un joven con chaqueta oscura aparece frente a un fondo de suelo mojado con un signo de advertencia rojo.
Jorge Rey, meteorólogo | Twitter, XCatalunya, InstaStudio

La previsión indica que regiones como Extremadura, Andalucía oriental y la Región de Murcia podrían alcanzar, e incluso superar, los 40 ºC entre el viernes y el domingo. En contraste, las comarcas del norte peninsular, especialmente en el Cantábrico y el Pirineo catalán, notarán un descenso térmico a partir del lunes, con máximas que bajarán hasta los 24-26 ºC, y presencia de nubosidad y chubascos puntuales.

Este comportamiento se explica por la interacción entre el anticiclón de las Azores, que bloquea el avance de frentes lluviosos hacia el centro y sur, y la irrupción ocasional de depresiones en altura procedentes del Atlántico norte. Estas últimas serán responsables de las tormentas vespertinas, que se irán generalizando en la mitad norte y en algunos puntos del noreste peninsular a medida que avance la semana.

Un calor intenso que dará paso a cambios

A pesar de la estabilidad aparente, los próximos días estarán marcados por un ascenso generalizado de las temperaturas. Incluso en áreas tradicionalmente templadas, como la Plana de Vic, el Pla d'Urgell o la Depresión Central Catalana, las máximas se moverán entre los 35 y 37 ºC. La  combinación de altas temperaturas y humedad, especialmente en zonas costeras como Barcelona o Tarragona, generará una sensación térmica notablemente superior.

🚀VERANO ÉPICO: La MONTAÑA RUSA que NADIE ESPERABA

El momento de mayor calor se espera entre el sábado 27 y el martes 30 de julio, coincidiendo con la entrada de aire cálido subtropical desde el norte de África. Esta situación afectará también a las comarcas del interior de Girona y Lleida, donde el riesgo de incendios forestales será muy elevado debido al calor, el viento de componente sur y la sequedad acumulada.

Pero no todo será calor extremo. A partir del 1 de agosto, la entrada de una nueva vaguada atlántica facilitará la llegada de tormentas, en especial en zonas como el Pirineo oriental, el Prepirineo, y puntos del interior del País Valencià y la Franja de Ponent. Estas precipitaciones podrían venir acompañadas de granizo y fuertes rachas de viento, lo que marca un giro significativo en el patrón atmosférico de la península.

Agosto arrancará con tormentas: vigilancia especial en el norte

Según los modelos actuales, el inicio de agosto vendrá marcado por una mayor inestabilidad, especialmente en la vertiente norte del país. A partir del día 2, se espera una reactivación de las tormentas convectivas, favorecidas por la irrupción de aire frío en altura y el contraste térmico con las capas bajas, recalentadas durante días consecutivos.

Esta situación podría derivar en episodios de precipitación intensa y localizada, con acumulados de hasta 30-40 mm en pocas horas en zonas montañosas del País Basc, Navarra, Pirineo catalán y comarcas interiores de Girona, con especial atención al Ripollès, la Garrotxa y el Berguedà.

Además, esta misma entrada atlántica provocará un descenso térmico más marcado en estas áreas, aunque las comarcas del sur catalán como el Baix Ebre o el Camp de Tarragona apenas notarán este alivio térmico.