El inicio del otoño meteorológico ha generado expectación en España. Puesto que es el momento que marca el ritmo de los cambios de tiempo tras un verano largo e intenso. Las previsiones para los próximos meses despiertan especial interés en sectores como la agricultura, el turismo y la energía, que dependen directamente de la evolución de las temperaturas.
Este año, los modelos de referencia no traen precisamente un panorama de estabilidad. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha publicado su predicción estacional y los resultados apuntan a un escenario que puede alterar de forma clara la rutina de gran parte del país.

Predominio del calor en la mayor parte de España
Según la AEMET, la probabilidad más alta para el trimestre septiembre-octubre-noviembre es que las temperaturas se sitúen por encima de lo normal. En amplias zonas de la Península, especialmente en el nordeste y en el sur, el escenario más probable corresponde al tercil cálido. Con porcentajes que alcanzan entre el 60 % y el 70 %.
El mapa de predicción muestra un rojo intenso que cubre casi toda la Península y Baleares, indicando un predominio del calor frente a los valores considerados normales para la época. El escenario frío, es decir, un otoño con temperaturas más bajas de lo habitual, queda prácticamente descartado en el pronóstico oficial.
En comunidades como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía oriental, la probabilidad de un otoño cálido llega al 70 %. Mientras, en zonas del oeste peninsular y Canarias, aunque el escenario cálido sigue dominando, la probabilidad baja algo hasta el 50-60 %.

Un otoño que seguirá marcado por la anomalía térmica
La predicción para este trimestre confirma una tendencia que ya se ha repetido en los últimos años: otoños más cálidos de lo habitual en buena parte del territorio. Este comportamiento responde a patrones de circulación atmosférica que favorecen la entrada de masas de aire cálido y la persistencia de temperaturas elevadas.
La AEMET recuerda que la predicción estacional no se traduce en un detalle día a día. Si no en una señal de cuál es la categoría más probable en el conjunto del periodo. Esto significa que puede haber jornadas frescas, pero la media del trimestre tenderá a situarse por encima de lo normal.
De confirmarse, España viviría otro otoño anómalo desde el punto de vista térmico, con posibles repercusiones en diversos sectores. Un jarro de agua fría para quienes esperaban un septiembre más fresco, porque el calor parece tener aún mucho protagonismo en los próximos meses.