En las carreteras de Catalunya siguen pasando fenómenos extraños. Los robos y las estafas en autopistas y autovías se han convertido en habituales hasta el punto que desde el Servei Català de Trànsit han aumentado los mensajes que se emiten por las pantallas informativas en el sentido que los conductores deben extremar las precauciones y no fiarse de personas desconocidas con supuestos problemas mecánicos.
Hace unos días conocimos la desaparición de una mujer residente en Francia en la AP2. En concreto, en el área de servicio de Montblanc (Conca de Barberà). Ella y su marido hicieron una parada para descansar en esta zona y el hombre entró en el restaurante para tomarse un café. Ella se quedó en el interior del vehículo y cuando salió para recuperar su coche ya no estaba.
Llamó a los Mossos de Esquadra y Bombers de la Generalitat que iniciaron un dispositivo para encontrar a la mujer. Afortunadamente, tras un día de búsqueda la han encontrado sana y salva. Se desorientó y se alejó del vehículo sin saber volver.
Primeras investigaciones
La policía catalana valoró la posibilidad de que la mujer hubiera huido de manera voluntaria y que hubiera cogido un autobús cercano al área de servicio. Pese a que no existían denuncias entre las partes, es habitual que la policía valore este escenario como posible. Pero pronto se descartó esta hipótesis. Claramente, no era una huida.
Luego se aumentó el dispositivo de búsqueda, primero en el núcleo urbano de Montblanc y luego en localidades cercanas y también en la carretera dirección Barcelona. Dos unidades de los Bomberos, una de la Unidad de Emergencias y otra de la Unidad Canina también se unieron a la búsqueda.
Ayer domingo, según el digital Nova Conca, un hombre encontró a una mujer desorientada por Montblanc. La policía ató cabos y pensó que podía ser la mujer que estaban buscando. Procedieron a su identificación y concluyeron que sí era la mujer que estaban buscando. Caso resuelto.
Pruebas médicas
Los Mossos de Esquadra llevaron a la mujer al centro de atención primaria de Montblanc, donde le hicieron las primeras pruebas para descartar problemas de salud graves y para entender lo que había propiciado la desorientación.