El pasado domingo por la tarde, las alarmas saltaron tras un trágico accidente de autocar en Portè, en la Alta Cerdanya. El vehículo, que transportaba a 47 personas desde Andorra hasta L'Hospitalet de Llobregat, sufrió un siniestro que dejó un saldo de dos personas fallecidas y una treintena de heridos. Entre las víctimas, muchas aún hospitalizadas, se encuentran casos graves que han conmocionado a las comunidades afectadas.
Una de las pasajeras, Jennifer Cardona, ha ofrecido su desgarrador testimonio sobre lo ocurrido. Jennifer es hija de Liliana, la mujer que organizó la excursión y cuyo nombre figuraba como contacto en el cartel promocional del viaje. Jennifer, que sufrió heridas leves como un ojo hinchado y un corte en la ceja, ha revelado que el accidente podría haber tenido consecuencias mucho más devastadoras.

"El conductor nos avisó de que los frenos habían dejado de funcionar", explicó Jennifer a LHdigital. Según ella, el autocar comenzó a descender rápidamente, zigzagueando por la carretera sin control. "La única opción era chocar contra la pared de piedra o caer por el barranco", detalló, visiblemente afectada. Finalmente, el conductor optó por estrellar el vehículo contra la pared, evitando así una tragedia aún mayor.
Jennifer fue la primera en avisar a los servicios de emergencia franceses tras el siniestro. Su rápida actuación permitió una atención inmediata a los heridos. "No había pasado nunca algo así. Fue un accidente, no intencionado", subrayó. A pesar de la difícil situación, Jennifer insistió en que no es el momento de buscar culpables. Sin embargo, admitió que no se había contratado ningún tipo de seguro para la excursión.
Su madre, ingresada
Liliana, madre de Jennifer, está ingresada en la UCI del Hospital Parc Taulí de Sabadell en estado grave. Su caso ha conmocionado especialmente, ya que era la persona responsable de la organización del viaje. Jennifer ha expresado su preocupación por el estado de su madre, sobre la que asegura no tener aún noticias concretas.
El accidente, cuyas causas siguen bajo investigación por parte de las autoridades francesas, ha puesto en el foco las posibles irregularidades en la organización del viaje. Se ha confirmado que el autobús no contaba con seguro, una situación que complica las responsabilidades legales y pone en entredicho las medidas de seguridad tomadas por los organizadores.
El Sistema de Emergencias Médicas informó que 32 personas fueron atendidas tras el accidente, de las cuales una está en estado grave, 17 tienen lesiones menos graves y 14 resultaron heridas leves. Las autoridades siguen analizando los datos del siniestro para determinar con exactitud qué ocurrió.