Un hombre de traje sonríe y señala hacia un círculo rojo que contiene la imagen de una mujer sentada en una mesa.

Grave episodio de catalanofobia en First Dates: 'No me gusta...'

El espacio de 'Cuatro' fue escenario de un momento muy desagradable

El programa First Dates, presentado por Carlos Sobera en el canal 'Cuatro', es conocido por ofrecer citas a ciegas entre personas de diversas procedencias y con distintas personalidades. En cada episodio, se crean situaciones inesperadas en las que los solteros intentan conocerse y descubrir si pueden compartir una conexión romántica.

Desde su estreno en 2016, el show ha tratado de acercar a sus participantes y a la audiencia, mostrando cómo el amor puede surgir en un entorno relajado y espontáneo. Sin embargo, First Dates no siempre ofrece encuentros placenteros, sino que también refleja las tensiones y las diferencias culturales y políticas de la sociedad actual.

Un momento de ataque al catalán

Este fue el caso del episodio emitido el pasado lunes, en el cual se evidenció un tenso intercambio entre dos participantes catalanas, Montse y Elisabeth. A lo largo de la noche, sus posturas opuestas respecto a Catalunya, la lengua catalana y la identidad cultural causaron una de las citas más polémicas y comentadas del programa.

Montse, orgullosa de su origen catalán, comentaba desde el inicio de la cita que su identidad catalana era un rasgo muy evidente en su personalidad, algo que ella no disimulaba. La conversación comenzó a complicarse cuando Elisabeth, con un tono firme respondió lo siguiente.

Dos mujeres sentadas frente a frente con un fondo de madera y un corazón rojo.
Las dos mujeres en 'First Dates' | Cuatro

“No me gusta el acento catalán, de hecho, nunca he hablado catalán porque no me gusta ni el catalán ni el acento”. Esta declaración, que muchos han catalogado como un acto de catalanofobia. Dio pie a una conversación cargada de tensión, marcando una división ideológica y cultural entre ambas.

El intercambio no solo abordó las diferencias de preferencia lingüística, sino que rápidamente derivó hacia cuestiones identitarias. Elisabeth, firme en su postura, reafirmó su sentimiento de pertenencia a España con la frase: "Soy y me siento española", enfatizando un aspecto que para ella era motivo de orgullo.

Un debate sobre la tauromaquia

Por otro lado, Montse replicó en un tono calmado pero decidido: "Yo no. Tengo una identidad que es muy distinta a la española, unas costumbres, una manera de ser. Por ejemplo, los toros me dan repelús", mencionaba la catalana.

El comentario sobre los toros fue el catalizador de un debate mucho más amplio. Elisabeth intentó aclarar que el sentimiento español no tiene por qué asociarse a prácticas como la tauromaquia. Alegando que “El sentimiento español no tiene que ir ligado a la pasión por los toros”.

Sin embargo, poco después hizo otra afirmación que parecía contradecir su postura, al decir: “A mí me gusta que se conozca España por el flamenco y los toros”. Esta declaración dejó en evidencia las tensiones y contradicciones que a menudo surgen al tratar temas de identidad cultural en un contexto romántico y televisivo.