El panorama hídrico en España ha sufrido un notable revés en la última semana, con una reducción significativa de las reservas de agua en la mayoría de las cuencas hidrográficas. En cambio, Catalunya se ha convertido en una excepción positiva, con sus embalses no solo resistiendo sino aumentando ligeramente sus reservas.
Según los últimos datos publicados por Embalses.net este martes 3 de junio, los embalses españoles han perdido en total 374 hectómetros cúbicos en solo siete días, situándose actualmente al 76,80 % de su capacidad total. Este descenso se refleja claramente en algunas de las cuencas más importantes, como el Duero, que bajó del 92,77 % al 92,17 %, o el Ebro, que pasó del 89,61 % al 88,55 %. También se observan reducciones notables en las cuencas del Guadalquivir y del Guadiana, dos áreas sensibles en términos agrícolas.
En contraste, la cuenca interna de Catalunya es una de las pocas que han mostrado una tendencia al alza, pasando del 81,24 % registrado la semana pasada al actual 81,83 %, un aumento modesto pero significativo en el contexto general negativo en España.

Todo son alegrías en Catalunya
Este crecimiento se ve reflejado en el detalle de los embalses catalanes. Especialmente destacable es el embalse de Sau, que ha alcanzado un 64,96 % de capacidad, continuando su lenta pero constante recuperación. También resalta el embalse de Susqueda, muy cerca de superar el umbral psicológico del 90%, lo que supone un fuerte alivio para toda la región del Ter-Llobregat, esencial para el suministro hídrico de gran parte del área metropolitana de Barcelona.
No obstante, no todos los embalses catalanes presentan datos tan positivos. Los embalses del sur, como Siurana y Riudecanyes, mantienen cifras considerablemente bajas, con un 26,13 % y 61,12 % respectivamente. Estas cifras reflejan aún vulnerabilidades importantes en áreas concretas que requieren atención específica y medidas urgentes para mejorar su autosuficiencia hídrica.
Comparando con los datos de ayer lunes, los embalses catalanes han tenido pequeñas variaciones positivas, con un leve incremento general, pasando del 81,01 % al 81,03 %. Esto muestra una estabilización en los niveles, algo clave en vísperas de la llegada de los meses más secos del año.
Catalunya sigue mostrando una gestión hídrica que, si bien puede mejorarse, demuestra una capacidad de reacción efectiva tras las experiencias negativas de años anteriores. El buen estado actual permite afrontar con mayor tranquilidad la temporada estival, tradicionalmente marcada por un descenso acusado en los niveles hídricos.