La reciente DANA que ha azotado la Comunidad Valenciana ha dejado un panorama devastador en varios municipios, especialmente en la comarca de Horta Sud. Pueblos como Paiporta, Benetússer, Alfafar y Catarroja han sido duramente golpeados por lluvias torrenciales que desbordaron ríos y anegaron barrios enteros. Las intensas precipitaciones han dejado víctimas mortales, de momento 217 fallecidos, pero también importantes daños materiales que han afectado viviendas, negocios y vehículos, dejando a miles de familias en la ruina.
Las consecuencias de esta DANA aún se sienten profundamente en el País Valencià, con muchos vecinos que siguen sin servicios básicos como agua corriente, electricidad y gas. El suministro de estos recursos esenciales no se ha restablecido completamente en algunas zonas afectadas. La falta de agua potable y las condiciones precarias en las que están viviendo muchos ciudadanos han aumentado la frustración de los afectados, quienes piden una respuesta más ágil y contundente por parte de las autoridades.
Descoordinación entre Valencia y Madrid y comparaciones con Marruecos
A esta crisis de servicios se suma la descoordinación entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno central. Las críticas han surgido ante la lentitud de la respuesta gubernamental y la ayuda estatal se ha visto limitada en comparación con otros desastres naturales recientes. La visita de Pedro Sánchez a Paiporta, uno de los municipios más afectados, reflejó el descontento de la población. El presidente fue recibido con abucheos y reproches por parte de los vecinos, quienes le recriminaron la insuficiencia de las ayudas y la falta de apoyo real a la comunidad.
Este descontento contrasta con la rapidez y eficacia que el Gobierno de Sánchez mostró en su respuesta al terremoto de Marruecos ocurrido el 8 de septiembre de 2023. En aquella ocasión, el Gobierno de España se apresuró en enviar equipos de rescate y ayuda humanitaria al país vecino, ganándose elogios en la prensa internacional por la rapidez de su respuesta.
Esta comparación ha generado un debate en redes sociales y en los medios, con muchos ciudadanos valencianos que sienten que la Comunidad Valenciana no ha recibido el mismo trato que Marruecos en una situación de emergencia. Existe la dolorosa percepción de que el Gobierno central ha “racionado” la ayuda a la Comunidad Valenciana, mientras actuaba con gran rapidez en el caso marroquí. En Valencia, primero se mandaron 500, luego otros 500, luego 5.000. Hasta el domingo no se alcanzaron los 15.000.
Muchos valencianos se sienten desatendidos y señalan que su situación es aún más frustrante, ya que se encuentran sin los servicios básicos necesarios para la vida diaria y con una lenta respuesta por parte de las instituciones nacionales. La respuesta desigual ante estas dos tragedias ha abierto una herida y generado un sentimiento de abandono en la Comunidad Valenciana, que todavía espera una ayuda completa y coordinada para poder recuperarse de esta catástrofe.