El incremento de los robos en Vilafranca está generando una creciente preocupación entre sus vecinos. Recientemente, incluso, acudir al mercado de los sábados por la mañana se ha convertido en una actividad de riesgo, ya que cada semana desaparecen varios móviles y carteras a manos de carteristas que llegan en tren.
La noche del jueves al viernes de la semana pasada ocurrió uno de los robos más alarmantes que la población villafranquina ha experimentado en los últimos meses.
El horno de pan Celis, en la calle de la Parellada, y la pastelería Galí fueron objeto de robo en el que el principal propósito fue causar daños. Hacia las tres y media de la madrugada, una persona joven de origen norteafricano entró en los establecimientos. Este individuo, con el rostro destapado, forzó la caja registradora y destrozó monas de Pascua.
Se busca a un segundo individuo
La Policía Local de Vilafranca detuvo al autor de los robos esa misma mañana, pero todavía se busca a un segundo individuo que ya ha sido identificado gracias a la colaboración ciudadana ya las cámaras de seguridad de los establecimientos. Desde primeras horas de la mañana, empezó a circular a través de WhatsApp un vídeo de cuatro minutos captado por las cámaras de la pastelería Galí, en el que puede verse al detenido.
Pese a los desperfectos, las dos pastelerías abrieron, ya que se encontraban en pleno período de Pascua, una de las semanas en las que consiguen mayores ingresos. Sin embargo, Cal Celis sólo abrió la tienda de la rambla.
El establecimiento denunció los hechos ocurridos a través de una publicación en Instagram y lamentó que sean los pequeños negocios los que sufren este tipo de actos vandálicos. Los habitantes de Vilafranca se han mostrado insatisfechos tras la implementación de la figura de los serenos en las últimas semanas, quienes patrullan la villa desde las ocho de la tarde hasta las tres de la madrugada. Una medida que, por ahora, parece no funcionar muy bien.