A pesar de ser conscientes de los peligros que supone conducir a velocidades excesivas, diariamente se cometen actos irresponsables en nuestras carreteras. Los límites de velocidad establecidos tienen el objetivo de proteger la vida de conductores, pasajeros y peatones, pero algunos siguen ignorándolos. El caso más reciente de este tipo de negligencia tuvo lugar en la carretera TV-3408, en Amposta, donde los Mossos d'Esquadra interceptaron a un vehículo circulando a 198 km/h.
El conductor de un Seat León fue captado por un radar móvil circulando a una velocidad alarmante, más del doble del límite permitido. La carretera, conocida como la "carretera del Canalet", conecta Amposta y la Ràpita, y tiene una velocidad máxima permitida de 80 km/h. A pesar de esto, el velocímetro instalado por los Mossos registró al vehículo alcanzando los 198 km/h, lo que supone una infracción muy grave.
Esta vía, paralela a la N-340, es utilizada con frecuencia por conductores que buscan evitar el tráfico más denso de la carretera nacional. Sin embargo, su menor densidad de vehículos no justifica en ningún caso poner en riesgo la seguridad vial.
Repercusiones legales para el conductor
Conducir a esta velocidad en un tramo limitado a 80 km/h no solo constituye una infracción administrativa, sino que entra en el terreno penal. Según el Código Penal español, circular a más de 60 km/h por encima del límite establecido en vías interurbanas es considerado un delito contra la seguridad vial. Las posibles penas para este tipo de conductas incluyen multas económicas, pérdida de puntos en el carnet de conducir e incluso penas de prisión de tres a seis meses.
Además, el conductor podría enfrentarse a la retirada del carnet de conducir por un periodo de uno a cuatro años. Los Mossos d'Esquadra han confirmado que se ha presentado una denuncia penal contra el conductor, quien ahora deberá comparecer ante la justicia.
Conducir a velocidades extremas aumenta exponencialmente el riesgo de accidentes graves y mortales. A mayor velocidad, mayor es la distancia de frenado y menor el tiempo de reacción, lo que dificulta evitar colisiones. En caso de accidente, las probabilidades de lesiones graves o fallecimientos aumentan de manera drástica. Esto no solo afecta al conductor, sino también a otros usuarios de la vía.
La DGT ha señalado en varias ocasiones que el exceso de velocidad es una de las principales causas de siniestralidad en España. Las carreteras secundarias, como la TV-3408, son especialmente peligrosas debido a su diseño y menor infraestructura de seguridad.