Estado de los embalses en Catalunya y en España

Buenas noticias para los embalses catalanes: Mejor que en España

Como es habitual, el calor sigue haciendo mella en los pantanos

Catalunya vuelve a destacar esta semana por su excelente estado hídrico, situándose entre las regiones con mejores reservas de agua de todo el Estado. El último informe oficial confirma que la cuenca interna catalana mantiene una posición privilegiada, con una cifra prácticamente idéntica a la de ayer y que supone un leve descenso de solo 0,15 puntos porcentuales. Esta estabilidad es especialmente relevante en pleno mes de junio, cuando el aumento de temperaturas y la llegada del calor suelen traducirse en pérdidas de agua importantes por evaporación y por el incremento de la demanda, tanto agrícola como urbana.

El mapa hídrico nacional confirma el excelente momento de Catalunya. Con un 82,57% de capacidad según los datos agregados, la cuenca interna catalana se encuentra ya a menos de un punto porcentual de igualar a la cuenca del Cantábrico Oriental, tradicionalmente una de las zonas más húmedas del país, que hoy se sitúa en el 83,56%. De hecho, solo algunas cuencas del norte mantienen cifras más elevadas, como el País Vasco Interna, con un extraordinario 95,24%, el Duero en el 90,42%, el Ebro en el 89,33% y el Miño-Sil en el 86,60%.

La cuenca de Tinto, Odiel y Piedras, en Huelva, también muestra cifras superiores al 88%. Por el contrario, la mayor parte de las cuencas del sur y este de la península, como el Júcar (62,12%), el Guadalquivir (58,02%), la Mediterránea Andaluza (56,73%) o el Guadiana (68,75%), siguen arrastrando porcentajes preocupantemente bajos y, en muchos casos, continúan descendiendo semana tras semana.

Pantano de Riudecanyes
Pantano de Riudecanyes | ACN

Tranquilidad también dentro de Catalunya

En el caso catalán, la resistencia de las reservas hídricas es aún más meritoria si tenemos en cuenta el contexto del verano anterior, marcado por una sequía sin precedentes. El sistema de embalses de la cuenca interna catalana ha conseguido mantener prácticamente intacto su volumen global de agua a pesar del avance del calor, el aumento del consumo y la inevitable evaporación. En las últimas veinticuatro horas, la variación apenas ha sido de una décima y media, un retroceso absolutamente normal para estas fechas y que no supone ningún motivo de alarma.

El análisis embalse por embalse refuerza este mensaje de tranquilidad. La Baells se mantiene a la cabeza, con un 96,18% de llenado, actuando como uno de los grandes pilares del sistema y un seguro tanto para el consumo humano como para la agricultura. Sant Ponç también presenta cifras sobresalientes, con un 90,25%, consolidando la seguridad hídrica en su área de influencia. Le siguen de cerca otros grandes embalses, como Foix (88,50%) y Susqueda (87,85%), ambos con volúmenes que siguen entre los más altos de todo el Estado.

Sau, uno de los embalses más emblemáticos y que hace solo un año era símbolo de la sequía, consolida su recuperación y sube ligeramente hasta el 67,61%, dejando atrás los mínimos históricos del verano pasado. También La Llosa del Cavall (80,15%) y Darnius Boadella (74,51%) mantienen su estabilidad, mientras que Riudecanyes supera el 60%. La única nota negativa la sigue poniendo el embalse de Siurana, que se mantiene por debajo del 26%, un porcentaje que obliga a mantener la atención y ajustar la gestión en su entorno, ya que el déficit hídrico persiste.

Comparando con el resto del país, Catalunya no solo logra mantener el grueso de sus reservas, sino que escala posiciones semana tras semana, acercándose cada vez más al selecto grupo de las cuencas norteñas y dejando atrás la realidad, mucho más complicada, de la mitad sur y oriental. Esta dinámica, que rompe con la tendencia descendente de la mayoría de embalses españoles, es fruto de una primavera generosa en lluvias, una buena gestión y, también, de la aplicación de medidas de ahorro y eficiencia tanto en el sector agrícola como en el urbano.

La perspectiva para los próximos meses es, en consecuencia, muy positiva. La entrada del verano se afronta desde la confianza, con un colchón de agua que permite asegurar el abastecimiento y mirar al futuro inmediato sin temor a restricciones generalizadas. Sin embargo, los gestores del agua insisten en que la prudencia debe seguir siendo la norma, ya que el equilibrio hídrico es siempre frágil y cualquier cambio en el régimen de precipitaciones o un episodio de calor extremo podría alterar rápidamente el panorama.