Ha empezado la cuenta atrás. Hay luces en las calles, los escaparates de las tiendas están decorados con objetos navideños, las ciudades compiten a ver quién tiene el árbol más grande... Es el consumismo que existe alrededor de la Navidad. Padres, hijos, hermanos, amigos... Todos ellos se intercambian regalos y disfrutan de las fiestas alrededor de una mesa.
Los católicos practicantes disfrutarán de estas fiestas de una manera muy especial. Seguramente acudirán a las diferentes misas para recordar el nacimiento del Niño Jesús. Otros, disfrutarán de las fiestas sin pensar en el significado de las mismas, pero sin olvidar esta realidad. Y es que lo que es innegable es que pese a la aconfesionalidad del estado, procedemos de una tradición cristiana.
La noche del 24 al 25 de diciembre conmemoramos el nacimiento del Mesías. Es cierto que los más pequeños reciben regalos de un tronco mágico. Otros se van a dormir pensando que se levantarán con los regalos de un señor con barba. Pero básicamente celebramos el nacimiento del Niño Jesús.
Belenes y pesebres sin tradición
En los últimos años no estamos acostumbrando a ver belenes sin alma, sin tradición. Laicos y, sobre todo, inclusivos. Los dirigentes wokes se niegan a referirse a la Navidad y se refieren a 'fiestas de invierno', 'fiestas de fin de año' o cualquier otra ocurrencia similar.
El Niño Jesús no puede aparecer porque sería explotación infantil. Además, todavía no ha decidido si quiere ser niño, niña o niñe. Los camellos que traen a los reyes y el buey que da calor al Niño Jesús tampoco pueden intervenir, sería explotación animal.
El resultado acaba siendo esperpéntico, como los belenes que hemos visto en los últimos años en la Barcelona de Ada Colau.
El Vaticano y su relación con Palestina
En redes sociales hemos visto el Papa Francisco visualizar la interpretación del nacimiento de Jesús de una manera muy peculiar. El niño lleva un pañuelo de Palestina, para no coger frío. La publicación no ha pasado desapercibida por la candidata de Aliança Catalana, Sílvia Orriols. La alcaldesa de Ripoll ha destacado que es un error guiñar el ojo al islam cuando cada año mueren miles de cristianos.
[tweet]1865645335067926745[/tweet]
Los comentarios no han tardado en llegar: Jesús, como judío que era, sería asesinado por los palestinos igual que asesinaron docenas de niños judíos el 7-O. Estas cosas pasan cuando tenso un Papa peronista con antecedentes antisemitas y de extrema izquierda.