Durante el fin de semana se ha producido la primera gran nevada de la temporada en Catalunya, cubriendo de blanco el Pirineo. Las imágenes que ha dejado esta intensa nevada han sido impresionantes, desde paisajes invernales hasta escenas que parecen sacadas de un cuento.
Uno de los momentos más destacados se vivió en el municipio de Tavascan, en la comarca del Pallars Sobirà, cuando un rebeco apareció entre las calles nevadas. Este animal, símbolo de la fauna pirenaica, sorprendió al pasear tranquilamente, un hecho poco habitual en áreas urbanas. El vídeo, compartido por la cuenta de X Turisme Pallars Sobirà, muestra al rebeco caminando entre casas, creando una estampa única.
El rebeco, conocido científicamente como Rupicapra pyrenaica, es un animal típico de las zonas montañosas del Pirineo. Suelen habitar en áreas de alta montaña, donde encuentran refugio entre rocas y vegetación escasa. Aunque son habituales en el Pirineo, su presencia en valles o zonas pobladas es realmente excepcional, especialmente en invierno.
La fuerte nevada que ha caído en el Pallars Sobirà, donde se llegó a activar la alerta roja, podría haber empujado al rebeco a buscar refugio. Las condiciones extremas han obligado a la fauna a descender a cotas más bajas en busca de alimento y abrigo. En este caso, el animal parecía estar explorando el entorno con tranquilidad.
Fin de semana complicado en Pallars Sobirà
El Pallars Sobirà, una de las comarcas más afectadas por la nieve, ha vivido un fin de semana complicado. Con espesores que superaron los 30 centímetros en algunas zonas, las autoridades activaron medidas de precaución. Sin embargo, estas condiciones extremas también han permitido disfrutar de momentos mágicos como el protagonizado por este rebeco.
La aparición del animal no solo ha captado la atención de los vecinos de Tavascan, sino también de los amantes de la naturaleza en redes sociales. El vídeo se ha viralizado, destacando la relación simbiótica entre la fauna y el espectacular entorno natural del Pirineo. Aunque los rebecos suelen ser esquivos, este evento ha servido para recordar la importancia de proteger su hábitat. Estos animales son fundamentales para el equilibrio del ecosistema pirenaico, enfrentándose cada vez más a desafíos como el cambio climático y la presencia humana.
Este tipo de escenas, donde la naturaleza y el ser humano se cruzan de manera pacífica, nos recuerdan el valor de conservar nuestro entorno. La nieve ha dejado imágenes que perdurarán en la memoria, como la tranquila caminata de un rebeco en un pueblo cubierto de blanco. Sin duda, un testimonio de la belleza y singularidad del invierno en el Pirineo catalán.