Las jornadas de calor intenso han convertido la atmósfera de buena parte de Catalunya en un auténtico horno, con termómetros que se resisten a bajar y noches en las que descansar resulta una tarea casi imposible.
El paisaje se tiñe de un sol inclemente y una sensación de bochorno que, lejos de remitir, apunta a prolongarse más de lo esperado. Las previsiones, lejos de anunciar alivio, han obligado a Protecció Civil a mantener el nivel de alerta ante una situación meteorológica que comienza a dejar huella en el día a día de miles de personas.
Termómetros disparados: el pulso de la ola de calor en cifras
La evolución de los datos registrados este fin de semana confirma lo que muchos sospechaban: el episodio de alta temperatura no solo persiste, sino que eleva la preocupación en el interior y la costa. El Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) ha detectado valores extremos a las 13.30 horas, como los 39,7ºC en Aldover, los 39ºC en Benissanet, los 38,9ºC en el pantano de Siurana y cifras similares en Fornells de la Selva, Sant Salvador de Guardiola, Vinebre, el Montmell y Torroja del Priorat.

El mapa térmico catalán dibuja zonas especialmente críticas en el interior de l’Ebre, Camp de Tarragona, Ponent, el interior de Girona y puntos de l’Empordà, donde el asfalto y la tierra arden bajo el rigor del sol.
El fenómeno no se limita a las horas centrales del día. La noche tropical se ha impuesto con mínimas que no bajan de 20ºC en gran parte de la costa, y valores incluso más elevados en enclaves como Portbou (29,8ºC de mínima), Barcelona-Raval (26,8ºC) o Badalona-Museu (26,4ºC). Son datos que no solo incomodan al descanso, sino que aumentan la sensación de fatiga y riesgo para los colectivos más vulnerables.
Protecció Civil eleva la alerta: qué implica y a quién afecta
La persistencia del episodio ha llevado a Protecció Civil a mantener el nivel de alerta del plan PROCICAT por ola de calor, al constatar que la situación podría alargarse hasta el miércoles, un día más de lo que se preveía inicialmente. Este ajuste del pronóstico responde tanto a la resistencia del aire cálido como a la falta de fenómenos meteorológicos que pudieran favorecer un descenso de temperaturas a corto plazo.

El impacto geográfico de la ola de calor es amplio. Durante el día, se estima que entre el 30% y el 70% del territorio puede verse afectado por el calor extremo, mientras que durante la noche la afectación es más localizada pero igualmente preocupante.
Este escenario ha activado la fase 2 del Pla d’Actuació per Prevenir els Efectes de les Onades de Calor sobre la Salut (POCS). Se recomienda a los ayuntamientos prever espacios frescos o climatizados y extremar la vigilancia sobre mayores de 75 años, personas con discapacidades o problemas de movilidad, quienes deban permanecer o trabajar al aire libre y pacientes con enfermedades crónicas.
Perspectivas para los próximos días: ¿cuándo llegará el alivio?
La predicción apunta a que, aunque el calor diurno podría aflojar ligeramente en el interior de l’Ebre durante el lunes, el protagonismo se desplazará a Tarragona y a la franja prelitoral central, donde los termómetros podrían seguir marcando máximas excepcionales. El anticiclón que domina el panorama impide la entrada de masas de aire más frescas, prolongando la sensación de agobio térmico y dificultando la recuperación nocturna.