La atmósfera veraniega parece empeñada en no dejar indiferente a nadie en este inicio de julio. Mientras la mayoría espera disfrutar de jornadas apacibles y cálidas, hay señales sutiles en el cielo y en la tierra que solo unos pocos saben leer y que ahora generan una inquietud difícil de ignorar. Los días se suceden bajo una calma aparente, aunque no faltan matices que invitan a observar más allá de lo evidente. ¿Estamos ante una simple pausa estival o a las puertas de un cambio que podría alterar el curso de estas vacaciones?
Un verano bajo vigilancia: el método de Jorge Rey y la inestabilidad inesperada
Con la llegada de julio, el joven meteorólogo Jorge Rey vuelve a situarse en el centro de todas las miradas. Famoso por combinar el estudio de los modelos numéricos con métodos tradicionales como las Cabañuelas, Rey ha lanzado un aviso urgente: “En los próximos días podría producirse un giro de 180 grados en la estabilidad atmosférica”, señala, subrayando que no estamos ante un episodio habitual.
La clave, según Rey, reside en la interacción entre el aumento inusual de temperaturas y la humedad retenida en el suelo tras las precipitaciones recientes. “Esta combinación es un caldo de cultivo para la formación de fenómenos convectivos intensos”, explica el experto. Traducido para el público general, estamos hablando de la posibilidad de que surjan tormentas de desarrollo rápido, acompañadas de lluvias localmente fuertes, granizo y ráfagas de viento.
Las comarcas catalanas como el Bages, el Vallès Occidental y la Garrotxa se encuentran en la lista de las zonas donde la inestabilidad podría manifestarse con mayor contundencia. No obstante, el pronóstico es extensible al conjunto del noreste peninsular y el interior de la Comunitat Valenciana. El Pirineo catalán tampoco queda al margen, con riesgo de acumulaciones notables de agua en cortos periodos.
Mapas que hablan: temperaturas extremas y riesgo de tormentas
Los últimos mapas elaborados por la AEMET y el Servei Meteorològic de Catalunya corroboran este escenario de contrastes. Mientras en el sur y poniente de Catalunya las temperaturas máximas podrían superar los 36 grados en puntos como Lleida, el aire frío en capas altas favorece la aparición de células tormentosas a partir del mediodía, especialmente en las sierras del prelitoral y en el entorno del Montseny.
Es importante destacar la presencia de vientos de componente norte en el litoral catalán y el Ampurdán, que pueden reforzar la formación de nubosidad de evolución durante las tardes. Además, no se descarta la llegada de alguna calima procedente del norte de África, sobre todo en las comarcas del interior, lo que podría acentuar la sensación de bochorno y reducir la calidad del aire.
☀️🌪️ España vive un VERANO INSÓLITO: Tormentas FUERA DE TEMPORADA y Calor INTENSO
Al mismo tiempo, la bajada de temperaturas prevista para el interior del norte peninsular y el noreste podría ser notable, sobre todo tras el paso de los sistemas frontales. Por contraste, el extremo oeste de la Península vivirá un ascenso térmico con valores que rozarán los 38 grados en algunos valles, generando un mosaico de situaciones meteorológicas que exige atención personalizada en cada región.
Lluvias, nieblas y calima: así se perfila el nuevo escenario
El análisis de los distintos modelos sugiere que, a partir de la segunda mitad de la semana, se intensificarán las probabilidades de chubascos y tormentas fuertes en amplias zonas de la Catalunya central, el Pirineo y las comarcas de Girona. Algunos episodios podrán venir acompañados de granizo y rachas de viento superiores a los 70 km/h, especialmente en áreas elevadas.
En las primeras horas del día, la presencia de brumas y bancos de niebla será frecuente en el litoral y en las zonas montañosas del norte, dificultando la visibilidad y obligando a extremar la precaución en la carretera. Por otra parte, la calima podría hacer acto de presencia en la mitad sur de Catalunya y Baleares, dejando cielos opacos y una atmósfera pesada, con posibles afecciones para personas con problemas respiratorios.