Un joven con gafas y camisa oscura está de pie junto a un gráfico de termómetro sobre un fondo que muestra un cielo parcialmente nublado.

El anuncio urgente de Jorge Rey sobre el tiempo: Preocupa a muchos

El joven meteorólogo prevé un mes de junio complicado

La atmósfera se ha convertido en un escenario de cambios sutiles pero continuos, donde cada jornada parece contener una pequeña sorpresa para quienes observan el cielo con atención. Mientras muchos empiezan a preparar sus planes para el verano, la naturaleza parece reservarse una jugada inesperada, dispuesta a alterar el guion habitual de estas fechas. Quien haya prestado atención a los últimos datos, percibe ya el leve pulso de una transición mayor, como si el mes de junio tuviera reservado un papel protagonista en el ciclo anual de nuestro clima.

Los expertos miran con cautela la evolución de los modelos meteorológicos, y una voz destaca entre todas: la de Jorge Rey, el joven que ha conseguido convertir la previsión en noticia viral. ¿Qué está ocurriendo y hasta qué punto deberíamos preocuparnos?

Un cambio de ciclo que anticipa un junio atípico

En meteorología, junio suele ser el umbral entre la imprevisibilidad primaveral y la estabilidad veraniega, pero este año, los indicadores sugieren un escenario mucho más dinámico. Las temperaturas, lejos de seguir la escalada pausada de otros años, apuntan a un ascenso súbito y generalizado, especialmente en el interior peninsular y las zonas habitualmente más cálidas. Las imágenes de satélite muestran una atmósfera particularmente activa, con masas de aire cálido impulsadas desde el norte de África y una notable presencia de calima en la mitad sur, extendiéndose incluso hacia la Meseta Norte.

Día soleado en Barcelona
Día soleado en Barcelona | Canva

Jorge Rey ha advertido de una anomalía térmica que puede marcar este inicio de mes: “No estamos preparados para lo que está a punto de llegar”, asegura en uno de sus vídeos más recientes, donde alerta de un giro radical en el comportamiento atmosférico. No se trata únicamente de valores altos de temperatura, sino de un contexto en el que los extremos pueden convertirse en la norma. Así, mientras el interior sur peninsular se prepara para superar ampliamente los 36 grados y el Valle del Guadalquivir podría alcanzar los 38, el tercio norte y noroeste experimentará un ascenso igualmente marcado, dibujando un mapa térmico con contrastes muy acusados.

El papel de la calima y la evolución de la nubosidad

Más allá de las temperaturas, otro elemento cobra protagonismo: la calima, que ya se deja sentir en ciudades como Sevilla, Córdoba o Murcia. Este fenómeno, habitual en episodios de entrada de aire sahariano, no solo reduce la visibilidad y tiñe el cielo de un tono ocre, sino que contribuye a una sensación térmica todavía más elevada. Los modelos de dispersión muestran una extensión progresiva de estas partículas hacia el centro de la Península, lo que añade dificultad a la ya compleja situación meteorológica de estos días.

Paralelamente, los bancos de nubosidad baja y la nubosidad de evolución, especialmente en zonas montañosas del interior, podrían dar lugar a chubascos aislados y, localmente, tormentas de desarrollo rápido. Estas precipitaciones, aunque poco frecuentes en el conjunto de la Península durante los próximos días, sí pueden darse en áreas concretas de Catalunya y el sistema Ibérico, obligando a no perder de vista el radar meteorológico.

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Vientos, contraste térmico y el papel de las regiones costeras

El viento es otro de los protagonistas de este episodio. Se esperan vientos de componente norte o este en buena parte de la Península, con especial incidencia en el litoral levantino y el Ampurdán, donde se prevén rachas muy fuertes durante la mañana. En el Estrecho y Alborán, el Levante soplará con intensidad, complicando la navegación y generando oleaje significativo. En Galicia y el Cantábrico, los vientos del este pueden alcanzar intervalos fuertes, incrementando el riesgo de incendios forestales ante la sequedad ambiental.

Catalunya, en particular, observará cómo las temperaturas mínimas descienden ligeramente en el noreste y sureste, a la vez que la llegada de nubosidad alta podría suavizar la radiación solar directa en algunos momentos del día. Sin embargo, el Ampurdán y las comarcas del litoral deben estar atentos al incremento de las rachas de viento, que podrían generar molestias en las actividades al aire libre y afectar a la sensación térmica.