El Zoo de Barcelona, fundado en 1892, es uno de los zoológicos más antiguos y emblemáticos de Europa, situado en el corazón del Parc de la Ciutadella. Este espacio no solo es un punto de referencia en la ciudad por su historia y su belleza, sino también por su compromiso con la conservación de especies en peligro de extinción y la educación ambiental. Desde sus inicios, el zoológico ha evolucionado para convertirse en un centro de preservación y estudio de la biodiversidad, desempeñando un papel crucial en la protección de especies amenazadas.
Uno de los principales objetivos del Zoo de Barcelona es la conservación de especies que se encuentran en peligro de extinción, y a lo largo de los años ha acogido a una gran variedad de estas especies, contribuyendo a su recuperación y preservación.
Entre los animales más emblemáticos que han encontrado un hogar en este zoológico se encuentran el dragón de Komodo, una especie de lagarto gigante nativa de Indonesia, que está catalogada como vulnerable debido a la pérdida de su hábitat y la caza furtiva. El Zoo de Barcelona participa en programas de cría en cautividad de esta especie, ayudando a mantener su población en condiciones controladas.
Otra especie destacada es el rinoceronte blanco del sur, una subespecie del rinoceronte blanco que ha sufrido una dramática reducción en su población debido a la caza furtiva por su cuerno, que es altamente valorado en el mercado negro. El zoológico ha trabajado en colaboración con otros centros de conservación para proporcionar un entorno seguro para estos animales, que son parte fundamental de los esfuerzos globales para evitar su extinción.
El Zoo de Barcelona también se ha involucrado activamente en la conservación del orangután de Borneo, una de las especies de primates más amenazadas del mundo debido a la deforestación y la caza ilegal. Estos grandes simios, conocidos por su inteligencia y su comportamiento complejo, han sido parte de programas de cría y reintroducción que buscan garantizar su supervivencia a largo plazo.
Además de estas especies, el zoológico ha sido un refugio para el lince ibérico, una especie nativa de la Península Ibérica que estuvo al borde de la extinción en el siglo XX. Gracias a los esfuerzos de conservación, que incluyen la reproducción en cautividad y la protección de su hábitat natural, la población de linces ha comenzado a recuperarse, y el Zoo de Barcelona ha jugado un papel importante en estos esfuerzos.
Una nueva especie en peligro de extinción acogida
El Zoo de Barcelona ha acogido a una hembra de panda rojo, una especie que se encuentra en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La llegada del animal -que tiene el nombre de Diki- se enmarca en el Programa Europeo de Especies en Peligro Ex Situ (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). y tiene como objetivo "reforzar la población" de esta especie en Europa.
Diki llegó a la capital catalana el pasado 28 de junio procedente del Parque Animalier de Auvergne (Francia) y, después de unos días de adaptación, ya convive con el macho de la misma especie acogido anteriormente por el Zoo.
El panda rojo (Ailurus fulgens) es un mamífero protegido por el Convenio CITAS, el acuerdo internacional que regula el comercio de especies amenazadas, y proviene principalmente del Himalaya. Las principales amenazas a las que se enfrenta la especie son la presión del hombre -ya sea por la deforestación del bambú o por la agricultura-, la caza ilegal o el cambio climático.