Tossa de Mar ha tenido que cerrar la playa de Es Codolar por una incidencia en la depuradora que vierte agua contaminada. Según informan fuentes municipales, el escape se ha detectado este sábado por la mañana después de que uno de los transformadores de Endesa que suministra electricidad al municipio se incendiara.
A raíz de la incidencia se ha visto afectado el sistema de saneamiento y el funcionamiento de la depuradora, que conecta con el mar por el aliviadero. Endesa llevará un camión que suministra electricidad de forma provisional para arreglar la situación. La afectación también ha impactado en el suministro eléctrico del casco antiguo del municipio, donde la mayoría de restaurantes han tenido que cerrar.
Alrededor de las once y media de la mañana se ha activado el cuerpo de Bomberos, que ha ido hasta la calle del Portal para sacar la corriente del transformador, una acción que ha provocado que el fuego se apagara solo. En un primer momento los efectivos han pedido a la gente que no se marchara de la playa, y una vez se ha podido asegurar su salida, les han dado permiso para moverse de la zona.
Protecció Civil ha activado el plan especial de emergencias por contaminación de las aguas marinas en Catalunya (CAMCAT) y ha recordado a través de las redes que se ha prohibido el baño en esta playa por mala calidad del agua.
Un caso cada vez más frecuente
En los últimos años, Cataluña ha experimentado episodios preocupantes en los que algunas de sus playas han tenido que cerrar temporalmente debido a la contaminación del agua. Estos cierres han sido motivados por diversos factores, desde la presencia de bacterias peligrosas hasta vertidos accidentales de sustancias contaminantes, que han puesto en riesgo la salud de los bañistas y la calidad del medio ambiente.
Uno de los casos más recientes ocurrió en el verano de 2023, cuando varias playas de la Costa Brava fueron cerradas debido a un brote de E. coli. Las autoridades locales detectaron niveles alarmantes de esta bacteria, que puede causar infecciones gastrointestinales graves. Este tipo de contaminación suele estar asociado a vertidos de aguas residuales no tratadas o mal gestionadas, y en este caso, se especuló que las fuertes lluvias habían arrastrado residuos desde zonas urbanas y rurales hasta el mar, contaminando las aguas.
Además de las bacterias, las playas catalanas también han enfrentado cierres por la presencia de sustancias químicas peligrosas. En 2021, la playa de El Prat, cerca de Barcelona, fue cerrada tras la detección de un vertido de hidrocarburos en el agua. Este incidente se debió a un accidente en una planta industrial cercana, que derramó una cantidad considerable de productos químicos en un río que desemboca en el mar.
Las autoridades locales actuaron rápidamente, pero el daño fue tal que la playa permaneció cerrada durante varios días, mientras se llevaban a cabo tareas de limpieza y se realizaban análisis para asegurar que el agua volviera a ser segura para los bañistas.