En el corazón del valle del Segre, el tiempo parece haberse detenido en pleno verano, a pesar de que el calendario apenas roza la mitad de junio. Las calles de Lleida han comenzado a mostrar esa calma artificial que solo se produce cuando el calor obliga a buscar refugio. Sin embargo, la atmósfera tiene preparada una secuencia de días donde el termómetro será el gran protagonista y la población deberá extremar la precaución.
Un episodio cálido que no da tregua: evolución prevista
Durante la jornada de ayer, Lleida volvió a situarse en el foco meteorológico estatal al registrar la temperatura más alta de toda España y firmar la jornada más calurosa del año en Catalunya. Lejos de remitir, la situación tiende a consolidarse en los próximos días, manteniendo a toda la Depresión central de Lleida bajo avisos oficiales por temperaturas máximas emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Los mapas de riesgo muestran un escenario claro: el aviso amarillo (riesgo) persistirá, especialmente entre el jueves 12 y el sábado 14 de junio, con la posibilidad de alcanzar máximas de 36 a 37 grados centígrados en zonas de la llanura y el pre-Pirineo. El color se intensifica y se extiende, según las últimas imágenes, afectando no solo a Lleida sino también a comarcas del interior catalán y buena parte del noreste peninsular.
Pronóstico detallado: temperaturas extremas y radiación solar muy alta
La previsión para hoy, 12 de junio, indica un ambiente mayormente despejado y un mercurio que escalará hasta los 34ºC, con mínimas en torno a los 19ºC. Aunque el riesgo de precipitaciones es bajo (20%), el viento de componente suroeste podría acentuar la sensación térmica, con rachas moderadas de hasta 24 km/h y una humedad relativa en torno al 39%. Pero el dato clave será el índice de radiación ultravioleta (UV), que alcanzará el nivel 9, considerado muy alto, lo que exige una protección solar reforzada.
Mañana viernes, 13 de junio, el ambiente será ligeramente más inestable, con nubosidad variable y una probabilidad de lluvia que sube al 40%, aunque sin acumulados significativos. El viento girará a noreste y aumentará en intensidad (22 km/h, con rachas de 33 km/h), mientras la humedad ascenderá ligeramente al 41%. Las máximas se mantendrán en la órbita de los 34-36ºC, un umbral muy elevado para esta época del año.
De cara al sábado 14, se espera una ligera subida térmica, con máximas previstas de 37ºC en la Depresión central de Lleida y 34ºC en áreas del Pirineo de Lleida (especialmente la cuenca de Tremp y el valle del Segre). El riesgo de precipitaciones volverá a caer al 20%, y el viento soplará flojo del este. La humedad bajará al 35%, acentuando el riesgo de deshidratación. El índice UV permanecerá en valores de 8, lo que implica condiciones peligrosas para la exposición solar.
El fenómeno responde a la irrupción de una masa de aire cálido de origen africano, canalizada por el anticiclón y reforzada por la subsidencia atmosférica, lo que provoca un estancamiento del aire y la acumulación de calor en las capas bajas. Además, la Depresión central de Lleida suele ser una de las zonas más vulnerables ante estos episodios, debido a su orografía y escasa influencia marítima.
Estos valores no solo son inusuales para junio, sino que anticipan la posibilidad de que el verano 2025 sea especialmente duro en el interior catalán. Además, la persistencia de noches cálidas —con mínimas que no bajarán de los 19-20ºC— dificultará la recuperación nocturna y podría incrementar el riesgo para los colectivos más vulnerables, como personas mayores y niños pequeños.