La mañana de domingo prometía ser tranquila en la C-1415a, una vía conocida por sus sinuosas curvas y el paso frecuente de ciclistas que aprovechan las condiciones de la zona para entrenar o disfrutar de un entorno natural. Sin embargo, hacia las 13.00 horas, la jornada se vio interrumpida por un grave suceso: un coche colisionó con un grupo de ciclistas a la altura del kilómetro 26,8, en el tramo comprendido entre Matadepera y Castellar del Vallès (Barcelona).
El incidente desencadenó la activación de un importante dispositivo de emergencia que, según han informado el Servei Català de Trànsit (SCT), los Bombers de la Generalitat y el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), movilizó cuatro dotaciones de bomberos, tres ambulancias y cuatro patrullas de los Mossos d’Esquadra.
Como resultado de este atropello múltiple, tres ciclistas resultaron heridos, de los cuales uno presentaba heridas de carácter menos grave y los otros dos sufrieron lesiones calificadas como leves con policontusiones.
El SEM trasladó a todos los afectados al hospital Parc Taulí de Sabadell, donde recibieron atención médica especializada. La colisión obligó a cortar totalmente la calzada en ambos sentidos, generando retenciones y complicaciones para los conductores que transitaban por la zona en ese momento.
Un suceso que alerta sobre la seguridad vial
Los accidentes de tráfico en los que se ven implicados ciclistas se han convertido en una preocupación creciente en muchas carreteras del país.
La C-1415a, al ser una vía que une poblaciones próximas y discurre entre parajes con abundante vegetación, constituye un punto de paso habitual para deportistas sobre dos ruedas. Cuando se produce un choque con vehículos de motor, la vulnerabilidad de los ciclistas hace que el riesgo de lesiones sea significativamente mayor que en cualquier otro tipo de colisión.
Un llamamiento a la prudencia y a la convivencia vial
El atropello de estos tres ciclistas en la C-1415a, que deja un balance de un herido de menos gravedad y dos de carácter leve, es un recordatorio de la fragilidad de los usuarios más vulnerables de la carretera. La combinación de tráfico de vehículos a motor y el creciente número de aficionados al ciclismo hace necesario un esfuerzo constante de concienciación y respeto mutuo.
La vía, que quedó cerrada durante un tiempo en ambos sentidos, se ha ido reabriendo gradualmente, conforme los equipos de emergencias retiraban los restos del accidente y se aseguraban de que no existía ningún peligro adicional para la circulación. Las investigaciones policiales prosiguen para determinar las causas exactas del siniestro y, de ser necesario, exigir responsabilidades.