Un joven conductor protagonizó recientemente una situación más propia de una película de acción que de la vida real. Lo que comenzó como una imprudencia al volante terminó convirtiéndose en una auténtica persecución policial en una de las autopistas más transitadas del país.
Persecución a primera hora de la mañana
Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado viernes, alrededor de las siete de la mañana, cuando una patrulla de los Mossos d'Esquadra detectó un vehículo que circulaba a alta velocidad por la AP-7 en dirección sur.
Los agentes, que realizaban labores rutinarias de vigilancia, inmediatamente activaron las luces de emergencia para que el vehículo se detuviera, pero el conductor hizo caso omiso y aceleró aún más, iniciando así una peligrosa persecución.

Tras varios minutos de intensa búsqueda y seguimiento a distancia para evitar riesgos mayores, los Mossos lograron detectar que el vehículo sospechoso se había detenido en una estación de servicio cerca del lugar de los hechos. La patrulla aprovechó la oportunidad y procedió a interceptar el coche en cuestión.
Un engaño fallido
Al acercarse al vehículo interceptado en una área de servicio de Roda de Berà, en el Tarragonès, los agentes encontraron una escena surrealista. El conductor, un joven de 23 años, había intercambiado rápidamente su lugar con el copiloto con el propósito de despistar a los agentes y simular que él no era quien estaba al volante durante la persecución.
Sin embargo, el truco no tuvo éxito. La maniobra, que podría parecer ingeniosa en primera instancia, no logró confundir a los Mossos, quienes ya tenían claramente identificado al infractor desde el inicio de la persecución.
Cargos graves contra el joven infractor
Tras ser descubierto, el joven fue arrestado inmediatamente acusado de varios delitos graves. Según han confirmado fuentes policiales, al conductor se le imputan cargos por conducción temeraria, conducir sin carnet y desobediencia grave a la autoridad. Estos delitos podrían acarrearle importantes consecuencias judiciales.

La detención se produjo sin mayores incidentes, pero las autoridades recuerdan que estos comportamientos temerarios suponen un grave riesgo para la seguridad vial, especialmente en autopistas tan concurridas como la AP-7.
Una problemática recurrente
Este incidente no es aislado, ya que en los últimos meses se han registrado varios casos similares en distintas vías catalanas, poniendo en evidencia un preocupante incremento de conductas imprudentes y peligrosas al volante. Los Mossos d'Esquadra continúan alertando sobre el peligro que conlleva la conducción temeraria, especialmente cuando además se intentan maniobras para eludir responsabilidades.