Barcelona vuelve a estar en el foco informativo por un trágico suceso que refleja la creciente preocupación ciudadana por la inseguridad en las calles del centro. Este jueves 11 de julio, alrededor de las 15:00 horas, un hombre sin hogar fue brutalmente agredido por dos jóvenes en la calle Doctor Aiguader, en el distrito de Ciutat Vella.
El ataque se produjo durante un intento de robo que terminó de la peor manera posible: con la víctima en el suelo, inconsciente, y con un fuerte golpe en la cabeza que le causó la muerte pocos minutos después.
Los agresores —ambos menores de edad— se abalanzaron sobre el sintecho con la intención de robarle. Durante el forcejeo, se desató una violenta pelea que concluyó con un golpe fatal. Los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona fueron los primeros en llegar al lugar e intentaron reanimarlo, pero lamentablemente no pudieron salvarle.

La investigación sigue abierta
Tras la agresión, los dos menores fueron detenidos en las inmediaciones del lugar del crimen. Los Mossos d’Esquadra, a través de la División de Investigación Criminal (DIC), se han hecho cargo del caso. La investigación continúa abierta y no se descarta que puedan surgir más implicados o detalles relevantes en las próximas horas.
El caso ha generado un fuerte impacto en redes sociales, donde muchos vecinos de Barcelona denuncian el deterioro de la convivencia en la ciudad y, en especial, en barrios céntricos como el Gòtic, el Raval o el Born, donde los episodios de violencia, robos y agresiones se han multiplicado en los últimos años.

Un perfil conocido por la policía
Tal como ha revelado el periodista Guillem Ramos-Salvat, los dos detenidos son jóvenes de origen magrebí y conocidos por las fuerzas policiales. Sus antecedentes han sido claves para su rápida identificación y detención. Aunque sus nombres no han trascendido oficialmente por ser menores, se sabe que ya habían protagonizado varios incidentes violentos y delictivos.
Este episodio ha reabierto el debate sobre la impunidad con la que muchos delincuentes juveniles actúan en las calles. Las quejas vecinales apuntan a una sensación de desprotección generalizada, especialmente entre los colectivos más vulnerables, como las personas sin hogar, que se enfrentan a situaciones de violencia.
Barcelona y la espiral de inseguridad
Desde el apuñalamiento en El Prat hasta la violación con arma blanca en Terrassa, pasando por los robos en Molins de Rei o el caos en la estación de Sants por falta de vigilantes, la ciudadanía reclama más presencia policial y medidas concretas para frenar el aumento de la criminalidad.
El asesinato del sintecho en Doctor Aiguader se suma a una larga lista de hechos violentos ocurridos en las últimas semanas en el área metropolitana de Barcelona. La ciudad se enfrenta a un reto mayúsculo: hay una situación grave que no se puede seguir ocultando bajo discursos institucionales optimistas.
Este crimen ha dolido especialmente por su simbolismo: una víctima invisible, como tantas otras que habitan los márgenes del sistema, asesinada por dos jóvenes que, pese a su corta edad, ya eran bien conocidos por la policía. Dos menores, sí. Pero dos delincuentes reincidentes cuya violencia ha cruzado una línea roja.
Sus nombres no se han hecho públicos oficialmente. Pero ya son conocidos entre quienes patrullan las calles y archivan las denuncias. Y aunque la ley los protege por ser menores, hoy toda la ciudad sabe que los responsables del crimen de Doctor Aiguader son dos jóvenes magrebíes.