La alarma saltó bien entrada la noche, cuando familiares y allegados comenzaron a inquietarse al ver que un experimentado aficionado a la pesca submarina no regresaba a su domicilio tras varias horas en el agua. La preocupación fue en aumento al saber que su embarcación seguía fondeada en el mismo punto donde solía iniciar sus inmersiones. Esta situación motivó que, a las 21.37 horas, se diera aviso a los servicios de emergencia, activando así un dispositivo de búsqueda.
La zona elegida para la jornada de pesca, comprendida entre el Cap de Begur y la Punta de Sa Tuna, es conocida tanto por su riqueza marina como por sus fondos abruptos y corrientes inesperadas. Estos factores, junto con la oscuridad de la noche, complicaron notablemente la localización del hombre, vecino de Begur y con amplia experiencia en actividades náuticas.
Ante la gravedad de la desaparición, los Bombers de la Generalitat pusieron en marcha un amplio dispositivo de búsqueda que incluyó la participación de la unidad GRAE Subaquàtic, especializada en rescates subacuáticos, así como dotaciones del parque de la Pera, Salvamento Marítimo, la Policía Local de Begur y efectivos de la Guardia Civil. La respuesta ciudadana no se hizo esperar: varias embarcaciones de particulares de la zona también se sumaron a las tareas de rastreo, reflejo del espíritu solidario y de la unión que caracteriza a las comunidades costeras ante situaciones límite.

Las operaciones se centraron en el área donde apareció la barca fondeada, siguiendo protocolos estrictos de rastreo nocturno y utilizando material de última generación para rastrear los fondos marinos. Las inmersiones del GRAE Subaquàtic se sucedieron durante horas, marcadas por la tensión y la esperanza de hallar con vida al desaparecido.
Un desenlace trágico y el impacto en Begur
Fue cerca de la una de la madrugada, a las 00.56 horas, cuando finalmente se localizó el cuerpo sin vida del hombre, gracias al esfuerzo conjunto de los buzos del GRAE, Salvamento Marítimo y la Policía Local. La noticia supuso un duro golpe para Begur, una localidad donde la pesca y el mar forman parte esencial del día a día y donde este tipo de sucesos dejan huella en la memoria colectiva.
Las primeras investigaciones apuntan a que la víctima, de 69 años y vecino muy conocido en el municipio, pudo verse sorprendida por algún contratiempo bajo el agua, tal vez una corriente repentina o un problema de salud durante la inmersión. No es la primera vez que la costa gerundense es escenario de accidentes de este tipo, lo que reabre el debate sobre los riesgos que entraña la pesca submarina en solitario, especialmente a determinadas horas y en áreas de difícil acceso.