El sonido de las alarmas y los gritos de pánico irrumpieron en la madrugada de este sábado a bordo de un vuelo comercial, transformando una tranquila travesía nocturna en una escena de absoluto terror. El miedo y la confusión se apoderaron de los pasajeros en cuestión de segundos, sin que nadie sospechara que aquella noche se convertiría en una experiencia imposible de olvidar.
Caos y miedo en el aeropuerto de Palma
El suceso ha tenido lugar en el aeropuerto de Palma, donde un avión de la compañía Ryanair, que había partido con destino a Manchester, se vio envuelto en una situación de emergencia poco después de la medianoche. Cuando apenas faltaban unos minutos para la una de la madrugada, la tripulación advirtió la presencia de un incendio en uno de los motores de la aeronave, desencadenando la inmediata comunicación con la torre de control y la activación de todos los protocolos de seguridad establecidos para este tipo de situaciones.
El fuego, cuyo origen todavía no ha sido determinado, se inició de forma parcial, aunque fue suficiente para sembrar el pánico entre los ocupantes del avión. A través de vídeos difundidos en redes sociales, se puede observar cómo la tensión y el nerviosismo se apoderan de los pasajeros, algunos de los cuales optaron por evacuar la aeronave a través de las salidas de emergencia, descendiendo precipitadamente por las alas para alcanzar la pista y alejarse del peligro.

Evacuación de emergencia y primeras asistencias
La reacción de la tripulación fue decisiva: ordenaron la evacuación inmediata y colaboraron activamente para guiar a los pasajeros hacia las salidas más seguras. A pesar de los intentos por mantener la calma, la escena estuvo marcada por momentos de caos y descontrol, ya que muchos viajeros, presas del miedo, tomaron decisiones desesperadas para ponerse a salvo lo antes posible.
En el proceso de evacuación, dieciocho personas sufrieron lesiones de diversa consideración. Según los equipos de emergencias que acudieron rápidamente al lugar, la mayoría de los heridos presentaban esguinces, torceduras y golpes provocados por la urgencia de abandonar el avión y el uso improvisado de las alas como vía de escape.
Seis de los afectados precisaron ser trasladados a centros hospitalarios, siendo atendidos tres de ellos en la Clínica Rotger y otros tres en la Clínica Palmaplanas. El resto fue tratado en el mismo aeropuerto, donde recibieron atención médica por parte de los sanitarios desplazados en dos UVI móviles y dos ambulancias convencionales del SAMU 061.
Mientras los pasajeros eran evacuados y atendidos, una dotación de Bomberos del aeropuerto actuó con celeridad para controlar y extinguir el incendio. A pesar del susto inicial, la profesionalidad de los equipos de emergencia permitió que el fuego fuera sofocado en apenas unos minutos, evitando daños mayores en la aeronave y posibles consecuencias más graves para los ocupantes. Patrullas de la Guardia Civil también se desplazaron hasta la pista para coordinar el operativo y garantizar la seguridad de todos los presentes.
De momento, las causas del incendio siguen bajo investigación, y la compañía Ryanair, junto con las autoridades aeroportuarias, ha iniciado una revisión exhaustiva del aparato para esclarecer lo ocurrido y prevenir futuras incidencias de este tipo.