La tarde del jueves transcurría con normalidad en Vilaller, un municipio ubicado en la comarca de la Alta Ribagorça, cuando un aviso al teléfono de emergencias 112, recibido a las 18:37 h, cambió por completo la tranquilidad del lugar. Un incendio en la cubierta de una borda aislada (una construcción tradicional de la zona pirenaica) puso en alerta a los residentes de las proximidades y activó un amplio dispositivo de emergencia.
En cuestión de minutos, se desplazaron al lugar seis dotaciones de los Bombers de la Generalitat, un despliegue acorde a la peligrosidad del fuego y a la localización de la edificación, alejada de núcleos urbanos.
La oscuridad complicó las tareas de extinción
Al llegar los bomberos, el incendio ya se encontraba en fase avanzada, afectando especialmente a la cubierta de la borda. Fuentes oficiales señalan que, a esa hora de la tarde, las llamas habían adquirido tal magnitud que la estructura de la parte superior estaba prácticamente consumida.
La oscuridad del anochecer añadía complejidad a las labores de extinción, debido a la limitada visibilidad y al difícil acceso propio de los parajes montañosos. Pese a ello, las dotaciones de emergencia consiguieron desplegar el material necesario, garantizando tanto la seguridad de los efectivos como la rápida contención del fuego.
La naturaleza de este tipo de edificaciones, con tejados a menudo fabricados con madera o pizarra, favorece la propagación de las llamas cuando se inicia un incendio. En esta ocasión, la borda ardió casi por completo en su zona superior.
Los Bomberos se centraron en primer lugar en frenar el avance de las llamas a otras partes de la estructura, mientras algunos integrantes del equipo establecían un perímetro seguro alrededor del inmueble para impedir el acercamiento de curiosos o residentes que pudieran correr riesgo.
Un operativo largo pero sin heridos
Según han confirmado los cuerpos de emergencia, la magnitud de las llamas obligó a trabajar durante toda la noche, hasta dar por controlado el incendio en las primeras horas de la madrugada. El objetivo primordial fue salvaguardar cualquier zona que no hubiese quedado destruida, así como evitar que se reavivaran focos en la cubierta. Una vez extinguido, se inició la fase de ventilación y enfriamiento de la zona afectada para descartar rescoldos activos.
Afortunadamente, no se registraron heridos. Nadie se encontraba en el interior de la borda en el momento en que comenzó el fuego, y los esfuerzos de los bomberos se concentraron en la extinción y en proteger las edificaciones próximas, ya que el humo y el calor podían extenderse. Aunque no se han proporcionado detalles precisos sobre la superficie total dañada, la destrucción de la cubierta parece ser casi total, lo que supone un golpe para la conservación de esta construcción típica de la zona pirenaica.
Regreso a la calma tras una noche de trabajo
Tras horas de actividad intensa, los Bomberos se han retirado después de verificar que las llamas no pudieran avivar cualquier rescoldo. Los vecinos de Vilaller respiran aliviados, conscientes de que un fuego mal controlado en un entorno montañoso puede tener consecuencias nefastas. En este caso, pese a la gravedad del incendio y la destrucción de buena parte de la cubierta de la borda, el siniestro no dejó víctimas ni daños en otras propiedades.