En Catalunya, la tasa de alcohol permitida para conducir varía según la experiencia del conductor. Para los conductores particulares, el límite máximo es de 0,5 gramos por litro en sangre o 0,25 miligramos por litro de aire espirado. En el caso de los conductores noveles y profesionales, estos límites se reducen a 0,3 gramos por litro en sangre y 0,15 miligramos por litro de aire espirado.
Superar estos límites supone una infracción grave, y en situaciones donde el nivel de alcohol es excesivamente alto, el delito se considera penal. Pudiendo acarrear sanciones severas como la retirada del carnet de conducir y penas de cárcel. Este control se realiza especialmente en puntos estratégicos y fechas clave, donde se incrementa la vigilancia.
Cazado y denunciado
Los Mossos d'Esquadra, la policía de Catalunya, suelen llevar a cabo controles de alcoholemia de forma periódica para prevenir accidentes y garantizar la seguridad de los conductores en las carreteras. En este contexto, el reciente caso de un conductor que circulaba sin rueda y con una tasa de alcohol mucho más allá del límite permitido. Ha vuelto a evidenciar los riesgos y la irresponsabilidad de algunos conductores.
Los Mossos interceptaron a un conductor en la AP-7, a la altura de Barberà del Vallès, que circulaba en condiciones inusuales y extremadamente peligrosas. El vehículo, visiblemente dañado, presentaba una rueda totalmente destrozada, lo que suponía un peligro no solo para el propio conductor, sino también para el resto de usuarios de la carretera.
Al percatarse de la situación, los agentes decidieron realizarle un control de alcoholemia. En el que el conductor arrojó una tasa de alcohol de 1,15 miligramos por litro, cuadruplicando el límite máximo permitido en Catalunya.
Este nivel de alcohol en sangre representa un claro riesgo de accidente debido a la pérdida de reflejos, capacidad de reacción y juicio. Además, el hecho de conducir sin una rueda evidencia la inconsciencia del conductor en su estado de embriaguez. Al no percatarse del grave peligro que suponía para él y para los demás.
Circular en esta condición constituye una falta grave, y al combinarse con el alto nivel de alcohol, se convierte en un delito penal. Los agentes de los Mossos d'Esquadra procedieron a detener al individuo y a inmovilizar el vehículo en el lugar de los hechos. El caso ha sido denunciado penalmente debido a la gravedad de la situación.
Con esta denuncia, el conductor se enfrenta a posibles sanciones que pueden incluir desde una fuerte multa. Hasta la retirada del carnet de conducir e incluso penas de cárcel, dependiendo del juicio. Estas sanciones buscan disuadir a otros conductores de incurrir en comportamientos tan peligrosos e irresponsables.
Este caso se suma a otros episodios recientes en los que la policía de tráfico ha tenido que intervenir ante conductores que circulaban bajo los efectos del alcohol o las drogas. A pesar de las campañas de concienciación y los controles de tráfico, algunos conductores aún subestiman los peligros asociados al consumo de alcohol y su influencia en la capacidad de conducir.
Los Mossos han compartido una imagen en su perfil de X (Twitter) para alertar sobre este incidente, mostrando el vehículo con la rueda destruida y el momento de la intervención. Con ello, buscan sensibilizar a la población sobre la importancia de cumplir con las normas de tráfico y evitar el consumo de alcohol al volante. La vigilancia y los controles continuarán en toda Catalunya, especialmente en zonas con alta densidad de tráfico y en fechas festivas.