El día de Sant Jordi, conocido tradicionalmente como una jornada de amor, libros y rosas, ha quedado empañado este año por un violento incidente que ha sembrado el caos en una popular zona de venta ambulante. Lo que debía ser una celebración tranquila se convirtió rápidamente en una escena digna de una película de acción, con protagonistas inesperados y consecuencias alarmantes.
Un ataque inesperado en medio de la festividad
Los hechos ocurrieron alrededor de las tres de la tarde del miércoles, cuando la tranquilidad que rodeaba una paradita de rosas se vio abruptamente interrumpida por un ataque armado. Según fuentes policiales, un grupo compuesto por tres individuos sudamericanos descendió rápidamente de un vehículo y, sin previo aviso, se lanzó sobre quienes se encontraban vendiendo rosas en la calle.

Armados con machetes, estos individuos atacaron a otro grupo de personas gitanas que estaban al frente del puesto de flores, generando una escena de pánico entre los vecinos que disfrutaban de la festividad. Los testigos alertaron rápidamente al teléfono de emergencias 112, activando la llegada inmediata de la Policía Municipal y de los Mossos d'Esquadra.
Enfrentamiento entre grupos rivales
La policía ha confirmado que el enfrentamiento se produjo entre dos grupos identificados por sus orígenes diferentes: los agresores eran de origen sudamericano, mientras que las víctimas pertenecían a una comunidad gitana local. Aunque las razones exactas del altercado permanecen bajo investigación, las autoridades ya han descartado que se tratara de un intento de robo, apuntando a posibles conflictos previos como detonante del incidente.
Durante la pelea, varias personas sufrieron heridas leves causadas por los machetes. Pese a la gravedad de la escena y la tensión generada en la zona, los heridos rechazaron la atención médica ofrecida por los servicios de emergencia desplazados al lugar. Toda esta información ha sido avanzada por El Caso.
Detenciones inmediatas y un barrio en alerta
Gracias a la rápida actuación policial, dos personas fueron detenidas en el mismo lugar de los hechos. No obstante, desde el Ayuntamiento se ha mantenido un hermetismo notable, evitando proporcionar detalles sobre las edades y nacionalidades exactas de los detenidos. Esta decisión podría responder a una estrategia para evitar alimentar posibles tensiones entre comunidades, aunque no ha evitado que el nerviosismo entre los vecinos sea palpable.
El incidente provocó un gran revuelo en la zona afectada, donde numerosos ciudadanos se congregaron tras el suceso, expresando indignación y preocupación ante lo que describen como un aumento notable de la inseguridad en los últimos meses.
Terrassa: foco constante de violencia
Este episodio violento no es un caso aislado, sino que se suma a otros recientes que han puesto a Terrassa en el punto de mira de las autoridades y la opinión pública. Hace pocos días, otra violenta pelea protagonizada por un grupo de individuos de origen magrebí generó daños a vehículos policiales y terminó con la detención de dos personas que fueron posteriormente liberadas, pese a contar con amplios antecedentes delictivos.
Además, hace apenas unas semanas, varios tiroteos relacionados con el tráfico de drogas culminaron con la muerte de un joven dominicano a la salida de una conocida discoteca latina, aumentando la percepción de inseguridad entre los vecinos.
La situación actual en Terrassa exige respuestas rápidas y efectivas por parte de las autoridades locales, que se encuentran frente al desafío de recuperar el control y devolver la tranquilidad a una ciudad cada vez más afectada por brotes de violencia callejera.