Estación de Poblenou de la L4

Pánico en el metro tras una brutal pelea entre jóvenes: Un vigilante pierde un ojo

Uno de los participantes en la trifulca golpeó con un puño americano

La estación de Poblenou, en la línea 4 del metro de Barcelona, fue escenario el pasado sábado de un violento enfrentamiento que acabó de la peor manera posible para uno de los vigilantes de seguridad de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Según ha trascendido, un grupo de entre cuatro y ocho jóvenes generó disturbios dentro de uno de los vagones. El conflicto escaló hasta convertirse en una pelea abierta, obligando a la intervención de los vigilantes para salvaguardar la seguridad del resto de usuarios.

Los agentes de seguridad, contratados a través de la empresa Securitas Seguridad España, recibieron la orden de desalojar el vagón afectado para alejar el peligro del resto de viajeros. Fue en ese momento cuando los supuestos agresores, lejos de acatar la orden y salir de la estación, se abalanzaron contra los trabajadores del metro con violencia extrema. Según fuentes oficiales, cuatro vigilantes se vieron envueltos en el altercado, recibiendo golpes y patadas con inusitada brutalidad.

El peor parado de todos fue un vigilante de 39 años que, según se ha confirmado,  ha perdido el ojo izquierdo tras ser golpeado con un puño americano. La agresión ocurrió alrededor de las 23:45 horas, cuando el trabajador trató de defender a un compañero que también estaba siendo atacado. Los golpes, dirigidos en su mayoría a la cara, terminaron causándole lesiones irreversibles en el ojo izquierdo. A pesar de que el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) llegó con rapidez al lugar de los hechos, nada pudieron hacer para salvar el órgano dañado. El vigilante, que se encontraba en proceso de opositar para ingresar en los Mossos d’Esquadra, ve truncada así su trayectoria profesional a raíz de las secuelas del ataque.

Los sindicatos exigen mayor protección

La reacción de los Mossos no se hizo esperar. Según han informado fuentes policiales, han logrado detener a un joven de 19 años implicado en el suceso, acusado de ser uno de los principales agresores y de golpear al vigilante con el puño americano. La investigación permanece abierta para dar con el resto del grupo, que podría llegar a ser de hasta ocho personas, varias de las cuales habrían conseguido huir del lugar del incidente. TMB ha confirmado que ha puesto a disposición de la policía todas las grabaciones de las cámaras de videovigilancia del metro para esclarecer los hechos y facilitar la identificación de los agresores.

Por su parte, Securitas Seguridad España, así como la propia TMB, han condenado enérgicamente lo sucedido y han recalcado la importancia de la labor de los vigilantes de seguridad, cuyo cometido principal es garantizar la integridad de los viajeros. También han recordado que no es la primera vez que estos profesionales sufren agresiones de este tipo, un problema que arrastra años de denuncias por parte de los sindicatos del sector.

El sindicato ADN Sindical, que representa a algunos de los vigilantes afectados, ha denunciado la falta de herramientas de defensa, como el espray de pimienta, para protegerse en situaciones de violencia extrema. Esta medida, aprobada por el Ministerio del Interior pero no implementada de forma generalizada, se ha convertido en una reivindicación constante de los trabajadores, que aseguran enfrentarse cada vez con más frecuencia a situaciones violentas dentro del suburbano.