La jornada de hoy ha estado marcada por un calor extremo en buena parte de Catalunya, con varias comarcas en alerta roja por altas temperaturas. En este contexto sofocante, un nuevo episodio trágico vuelve a poner el foco en la seguridad en el mar, justo en plena temporada alta de bañistas.
Un baño que terminó en tragedia
Fuentes oficiales confirman que el suceso se ha producido este sábado por la mañana en la playa de Sant Antoni de Calonge, en el Baix Empordà. Según datos facilitados por los servicios de emergencia, el teléfono 112 ha recibido el aviso a las 11:48 horas. En ese momento, la playa se encontraba bajo vigilancia activa y lucía bandera amarilla debido a la presencia de medusas.
El hombre, de 80 años, ha sido visto en dificultades dentro del agua. Los socorristas han actuado de inmediato, mientras el Sistema d’Emergències Mèdiques movilizaba dos ambulancias terrestres y un helicóptero medicalizado. Pese a los esfuerzos de reanimación, no ha sido posible salvarle la vida. Efectivos de los Mossos d’Esquadra también se han desplazado hasta el lugar para colaborar en las actuaciones.

Un balance que no deja de crecer
Con esta víctima, son ya 19 las personas fallecidas por ahogamiento en las playas catalanas desde el inicio oficial de la campaña de verano el pasado 15 de junio. La cifra supone cinco muertes más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se contabilizaron 14.
El incidente se ha producido con bandera amarilla izada, lo que indica riesgo moderado para el baño. En esta ocasión, la advertencia se debía a la presencia de medusas, un factor que no suele implicar un peligro de ahogamiento, pero sí exige cautela. Protecció Civil recuerda que, especialmente en días de calor intenso, se debe extremar la precaución en el agua.
La combinación de altas temperaturas y cambios bruscos de temperatura corporal al entrar en el mar puede afectar al organismo, sobre todo en personas mayores o con problemas de salud previos.

Las autoridades insisten en que hay que seguir una serie de pautas básicas para reducir los riesgos. Por ejemplo, debemos vigilar constantemente a los menores, respetar las indicaciones de los socorristas y no alejarse de las zonas seguras de baño. También debemos hidratarnos con frecuencia y evitar largas exposiciones al sol antes de entrar al agua.
En el caso de las personas mayores, se aconseja bañarse acompañadas y evitar la entrada repentina en el agua. Ante cualquier síntoma de malestar o fatiga, lo prioritario es avisar de inmediato a los servicios de socorro.
El trágico suceso de hoy en Sant Antoni de Calonge se suma a una lista que, cada verano, deja un número preocupante de víctimas. Mientras la temporada de baño sigue su curso, la llamada de atención es clara: la prevención y el respeto a las normas de seguridad son la mejor barrera.