En las últimas horas, los Bombers de Catalunya han enfrentado un aluvión de incendios en distintas localidades. Estos incidentes, ocurridos en un periodo de tiempo muy breve, han requerido la movilización de numerosos efectivos y equipos especializados, generando gran preocupación entre los servicios de emergencia.
Los últimos incendios
El primer incendio destacado ocurrió en Igualada, donde una terraza en un edificio multifamiliar ardió con gran intensidad. Las llamas afectaron gravemente el falso techo y el piso inferior por el humo. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el fuego mantuvo en vilo a los vecinos y requirió una rápida intervención de los bomberos para evitar daños mayores.
Apenas unas horas después, una furgoneta quedó completamente calcinada en el Camí de les Hortes de Perafort. El incendio no causó daños personales ni tuvo afectaciones adicionales, pero demandó la presencia inmediata de un amplio equipo especializado para extinguir las llamas y controlar el área.
Otro suceso alarmante tuvo lugar en un hotel en El Bruc, donde el fuego se originó en la lavandería. Las llamas dañaron máquinas, un termo eléctrico y varias cajas de ropa.
El humo se propagó por algunas habitaciones, pero gracias a la evacuación preventiva, no hubo heridos. Los bomberos inspeccionaron minuciosamente el edificio para garantizar que los niveles de monóxido de carbono no supusieran ningún riesgo.
Más incidentes durante la noche
A medida que avanzaba la noche, las emergencias no cesaron. En Badalona, cuatro coches y una moto quedaron afectados por un incendio en la calle Madrid. El humo también impactó la fachada de un edificio próximo, generando alarma entre los residentes.
El trabajo coordinado de los bomberos logró controlar el fuego con espuma y evitar su propagación. Otro incendio importante ocurrió en Sant Adrià de Besòs, donde dos turismos fueron consumidos por las llamas. El humo afectó la fachada de un edificio en la calle Andreu Indal.
En Sant Quirze del Vallès, tres turismos ardieron en el carrer de Baix de la Riera, dejando daños significativos en los vehículos. En ambos casos, los bomberos actuaron rápidamente para controlar la situación.
El incidente más grave de la noche tuvo lugar en Sant Antoni de Vilamajor. Una vivienda de planta baja y dos pisos, junto con su sótano, quedó completamente destruida.
Las llamas, visibles desde larga distancia, obligaron a desplegar un gran operativo con diez vehículos y 31 efectivos. Aunque el fuego arrasó el inmueble, no hubo personas dentro, y los bomberos estabilizaron la situación tras varias horas de trabajo.
Estos sucesos, ocurridos en un corto intervalo de tiempo, han puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia en Catalunya. La rápida actuación de los Bombers ha evitado que estas tragedias cobren víctimas. Pero la intensidad y frecuencia de los incendios subrayan la importancia de la prevención y el cuidado en entornos urbanos y residenciales.