La noche de este jueves se vivieron momentos de gran tensión en la calle Mas Gras, en el municipio de Palafrugell (Baix Empordà, Girona), cuando un hombre, en un aparente estado de agresividad extrema, intentó atacar a varias personas y a los agentes de policía con un cuchillo de grandes dimensiones. Según las primeras informaciones, fue necesario el uso de una pistola Taser por parte de los Mossos d’Esquadra para reducir y detener al individuo, de 46 años y nacionalidad marroquí.
Amenazas e incidentes previos
El suceso se inició cuando varios vecinos llamaron al teléfono de emergencias (112) para alertar de la presencia de un hombre fuera de sí, que presuntamente les amenazaba con un cuchillo y golpeaba las puertas de sus domicilios. Agentes de los Mossos d’Esquadra y de la policía municipal de Palafrugell acudieron al lugar con la intención de dialogar con el sospechoso y evaluar la situación. Sin embargo, al llegar a su piso, lo encontraron sentado en una mesa, con la puerta abierta, consumiendo cocaína y escuchando música a volumen muy elevado. Tenía el cuchillo clavado en la misma mesa.
Cuando los agentes comenzaron a hablar con él, el hombre desclavó el cuchillo y lo blandió en actitud amenazante, intentando atacar tanto a los policías como a otras personas presentes. Este comportamiento violento obligó a los Mossos a tomar medidas más contundentes.
Uso de la pistola Taser
Dado que el sospechoso se mostraba muy alterado y mantenía la actitud agresiva con el cuchillo, los agentes de la ARRO (Área Regional de Recursos Operativos) de los Mossos se desplegaron en la zona por si fuera preciso asaltar la vivienda. El hombre, que previamente también había amenazado a vecinos y se había resistido a las indicaciones policiales, persistió en su conducta violenta. Ante la imposibilidad de reducirlo de forma segura mediante métodos convencionales, los agentes optaron por emplear la pistola Taser.
Con la descarga eléctrica de esta arma inmovilizadora, el sospechoso dejó caer el cuchillo y pudo ser finalmente detenido. Durante la operación, ninguno de los agentes resultó herido. El hombre, de 46 años, fue inmediatamente arrestado por un delito de atentado contra agentes de la autoridad y por amenazas con arma blanca. Tras la detención, fue trasladado a un centro médico para ser examinado, dada la evidente influencia de sustancias estupefacientes.
Un historial de conflictos
Fuentes policiales han confirmado que el detenido cuenta con varios antecedentes por lesiones, amenazas y resistencia a la autoridad. Al parecer, no es la primera vez que genera incidentes entre los vecinos de la citada calle de Palafrugell. En esta ocasión, el desenlace pudo haber sido más grave de no mediar la rápida actuación de los Mossos y la policía municipal, quienes acordonaron la zona y se aseguraron de que el individuo no pudiera dañar a nadie más.
Una vez finalizado el operativo y restablecida la normalidad, la vía se reabrió al tráfico. Según las mismas fuentes, el hombre pasará a disposición del juzgado de guardia de la Bisbal, que tiene jurisdicción en Palafrugell. Se prevé que podría quedar en libertad durante la misma mañana de este viernes, acusado formalmente de atentado contra la autoridad y amenazas. De momento, permanece detenido y en calidad de investigado, a la espera de que el juez adopte las medidas cautelares que estime pertinentes.
El suceso ha vuelto a poner de manifiesto la relevancia de la colaboración ciudadana —clave para activar el dispositivo de emergencia— y la eficacia de la Taser, una herramienta que los Mossos utilizan en situaciones de riesgo extremo para salvaguardar la vida de todos los implicados.