Imagen de una carretera con tráfico denso bajo la lluvia, con un símbolo de advertencia de lluvia superpuesto.

La lluvia y un accidente provocan el caos en la AP-7

Caos absoluto en la AP-7 debido al mal tiempo

El inicio de semana ha sido especialmente complicado para los conductores que circulaban por la AP-7 en dirección sur. La combinación de una fuerte lluvia y un accidente provocó el colapso de la vía a la altura de Vilademuls, generando importantes retenciones y afectando a miles de vehículos durante varias horas.

Una jornada marcada por la incertidumbre

Los primeros avisos llegaron a través del Servei Català de Trànsit poco después de las cuatro de la tarde. Según informaron, un carril permanecía cerrado en el tramo afectado y ya se acumulaban entre tres y cuatro kilómetros de retenciones desde Viladesens. Aunque en un primer momento se esperaba que la situación pudiera controlarse rápidamente, la meteorología no ayudó. La lluvia constante complicaba las maniobras y aumentaba el riesgo de nuevos incidentes.

Pocos minutos después, Trànsit comunicaba que la situación se había agravado: toda la calzada en sentido sur quedaba totalmente cerrada. Los vehículos quedaron atrapados en largas colas sin posibilidad de avanzar, mientras las redes sociales comenzaban a llenarse de quejas y peticiones de información por parte de los afectados.

Un agente de policía observa una carretera congestionada con un gráfico de accidente de tráfico superpuesto.
Dos coches colisionando y un policía a la izquierda | Servei Català de Trànsit, Mossos d'Esquadra

Reapertura progresiva entre la tensión y la paciencia

No fue hasta cerca de una hora después cuando las autoridades consiguieron reabrir un carril. Sin embargo, las retenciones no disminuyeron de inmediato. Se mantuvieron los mismos tres o cuatro kilómetros de colas debido a la dificultad de evacuar el vehículo accidentado y la elevada densidad de tráfico propia de un lunes.

El accidente, según fuentes de Trànsit, implicaba a un único vehículo que, presumiblemente debido al asfalto resbaladizo, había perdido el control y obstruido la vía. Afortunadamente, no se reportaron heridos de gravedad, pero el incidente evidenció una vez más los riesgos de circular con precipitaciones intensas.

La información en tiempo real: una herramienta clave

Durante todo el episodio, el Servei Català de Trànsit mantuvo a los conductores informados en tiempo real a través de Twitter. Desde los primeros avisos hasta la reapertura total de los carriles, cada cambio en la situación se comunicó casi al instante.

Solo un único vehículo estuvo implicado en el incidente. Esta revelación sorprendió a numerosos conductores y observadores: el caos que paralizó uno de los principales ejes viarios de Cataluña durante horas no fue consecuencia de un siniestro múltiple, sino de un solo vehículo que, en condiciones normales, habría causado una interrupción mínima.

Un agente de policía de espaldas observa una carretera con tráfico denso, mientras un icono de alarma roja destaca en primer plano.
Un policía, una señal de alerta y una carretera congestionada | Servei Català de Trànsit, Mossos d'Esquadra, XCatalunya

Este hecho vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de la AP-7, una arteria que soporta un tráfico muy intenso y donde cualquier imprevisto puede desencadenar largas horas de bloqueo, especialmente cuando la meteorología no acompaña.

Conducir con lluvia multiplica el riesgo de accidentes debido a la reducción de la adherencia y la visibilidad. Es fundamental reducir la velocidad, evitar maniobras bruscas y aumentar la distancia de seguridad. Además, revisar el estado de los neumáticos y los frenos antes de circular puede prevenir situaciones peligrosas. La precaución es la mejor aliada bajo la lluvia.