En las primeras horas de la tarde, la atención de los servicios de emergencia se ha centrado en un suceso que ha obligado a movilizar un importante despliegue de medios. Las imágenes que circulan desde primeras horas han sorprendido tanto a residentes como a expertos, por la magnitud del incendio y la rápida evolución de las llamas.
Los testimonios de la zona coinciden en el temor a que las condiciones meteorológicas favorezcan el avance del fuego, especialmente en un contexto de altas temperaturas y vientos inestables, un cóctel explosivo para cualquier territorio rural en plena temporada estival.
Un incendio en expansión obliga a desplegar todos los recursos
A las 14.10 horas se ha recibido el aviso que alertaba de un incendio de vegetación agrícola y forestal en las inmediaciones de la Ermita de Cèrvoles, en el municipio de Os de Balaguer, comarca de la Noguera (Catalunya).
Según datos confirmados por los Bombers de la Generalitat, en pocos minutos se ha desplegado un operativo de 26 dotaciones, de las cuales 20 son terrestres y seis aéreas, sumando un total de 62 efectivos dedicados a las tareas de extinción y control.
El rápido crecimiento del fuego, que ha afectado tanto a masa forestal como a campos de cultivo y viñas, ha complicado la intervención y obligado a priorizar la protección de los puntos más vulnerables del entorno.
La zona afectada destaca por su combinación de monte bajo, pinares y extensiones de viñedo, una mezcla que facilita la propagación de las llamas si el viento sopla con fuerza. Las primeras informaciones confirman que el frente del incendio ha alcanzado la carena y avanza de manera descendente, lo que incrementa la dificultad de contención y el riesgo para los equipos desplazados.
El viento, principal aliado del fuego
El operativo de los Bombers de la Generalitat se está concentrando especialmente en el flanco derecho del incendio, que según los técnicos es la zona con mayor potencial de propagación debido al viento de poniente.
Este tipo de viento, seco y cálido, suele actuar como auténtico acelerador de los incendios en la Catalunya interior, generando situaciones imprevisibles en cuestión de minutos. Por ello, la prioridad absoluta de los efectivos está siendo evitar que el fuego cruce a zonas de vegetación densa, donde sería mucho más complicado detener su avance.
El uso combinado de medios terrestres y aéreos está permitiendo atacar el incendio desde varios puntos, aunque la orografía del terreno y la dispersión de focos secundarios obligan a los bomberos a permanecer en máxima alerta. Se ha hecho un llamamiento a la población para que se mantenga alejada de la zona y facilite el trabajo de los servicios de emergencia.
Riesgos para la agricultura y el entorno
Más allá de la amenaza directa a masas forestales, el incendio pone en riesgo campos de cultivo y viñas, pilares económicos en esta zona de la Noguera. Las primeras estimaciones hablan de hectáreas afectadas tanto de monte como de terreno agrícola, con el consiguiente perjuicio para agricultores y bodegas de la zona.
No es la primera vez que una situación similar pone en jaque la economía local: en veranos recientes, incendios en municipios próximos han dejado importantes pérdidas, subrayando la vulnerabilidad del sector ante episodios de sequía y olas de calor cada vez más habituales.