La inseguridad sigue imperando sin cesar en la Ciudad Condal. Cada vez se torna más habitual que se produzcan situaciones de pánico en las calles de las provincias barcelonesas. Robos, agresiones, apuñalamientos y, ahora, también secuestros.
El medio informativo Metropoli Abierta ha contado que en la noche del lunes, en torno a las 21;30h, un hombre de 29 años intentó llevarse a la fuerza a una niña. Afortunadamente, sus intenciones no devinieron exitosas y fue pillado 'in fraganti'. La pequeña está sana y salva.
Los actos ocurrieron en la Plaza Tetuán del Paseo de Sant Joan, en el centro de Barcelona, donde había varios testigos, que fueron precisamente los que alertaron a los Mossos d'Esquadra. El autor del intento de secuestro ya ha sido detenido y todavía se está investigando su relación la menor y el móvil de su voluntad de llevársela.
El sospechoso se encuentra ahora en las dependencias de la Policía y podría enfrentarse a cargos por delito de detención ilegal. La diferencia entre esto y el secuestro es que, a ojos de la ley, si no hay una solicitud de pago a cambio de la liberación, no puede considerarse secuestro.
Los crímenes, 'in crescendo'
Barcelona ya se ha convertido en la capital del delito. En los últimos meses nos hemos acostumbrado a leer noticias sobre diversos tipos de delitos cometidos en sus calles. En suelo catalán, por ejemplo se han acometido 17 apuñalamientos en los 15 primeros días del mes de agosto.
Las cifras también lo demuestran. El 2023 se cerró con un crecimiento del 10,82% de los actos delictivos en comparación al 2022. Y este año parece que se está manteniendo la tónica ascendente. El crimen en la Ciudad Condal duplica el de la media del resto del territorio español.
Las agresiones sexuales han crecido un 24% en 2024 y los delitos contra el patrimonio, que incluyen hurtos y estafas, también han experimentado un incremento notable. Esta tendencia ha sido atribuida en parte al impacto del turismo y a la actividad criminal organizada en la ciudad. Además, la percepción de inseguridad entre los ciudadanos sigue siendo alta, lo que refleja una preocupación constante por la seguridad pública, especialmente en ciertas zonas y durante eventos masivos.