La noche más corta del año no siempre es sinónimo de alegría y celebración para todos. Pese a los preparativos y las medidas de prevención desplegadas en todo el territorio, algunos sucesos inesperados marcaron el pulso de la última revetlla de Sant Joan, que se saldó con incidentes relevantes que merecen ser analizados con detenimiento.
Una madrugada marcada por la intervención de los servicios de emergencia
Durante la revetlla, los servicios de emergencia de Catalunya han vivido una de sus noches más intensas del año. A lo largo de la noche y la madrugada, el número de llamadas al 112 se incrementó en un 8,6 %, reflejo de la preocupación ciudadana ante la sucesión de pequeños incendios, fuegos provocados por petardos y situaciones de riesgo en distintos puntos del territorio. Solo los Bombers de la Generalitat realizaron 1.356 servicios relacionados con incidentes propios de la festividad.
Aunque se temía la posibilidad de grandes incendios forestales, especialmente tras un fin de semana de temperaturas elevadas y baja humedad, la rápida actuación de los cuerpos de seguridad y emergencias evitó males mayores. Sin embargo, no todos los avisos pudieron resolverse sin consecuencias graves.

El incendio de la furgoneta: un episodio crítico en la fiesta
Uno de los momentos más dramáticos de la noche se vivió en Castelló d'Empúries, en la comarca del Alt Empordà. Eran cerca de las doce y media de la madrugada cuando se produjo el incendio de una furgoneta con su ocupante en el interior. Según los primeros datos facilitados por los Mossos d'Esquadra y confirmados por los Bombers, el vehículo comenzó a arder repentinamente mientras el hombre se encontraba en su interior, atrapado por las llamas y el humo.
A pesar de la rapidez con la que se propagó el fuego, la víctima logró salir del vehículo antes de que el incendio alcanzara toda la estructura. Los servicios de emergencia llegaron pocos minutos después del aviso y, tras asistir al hombre, lograron extinguir las llamas, que llegaron a afectar a otros dos vehículos estacionados en las inmediaciones y a la valla de una vivienda próxima. El herido fue trasladado de inmediato a un centro hospitalario con quemaduras de gravedad, aunque sin riesgo vital en el momento del traslado.
El suceso generó gran preocupación entre los vecinos, quienes, acostumbrados a la animación propia de la noche de San Juan, vivieron momentos de angustia ante la magnitud de las llamas y la posibilidad de que el fuego se extendiera por la zona. Según relatan varios testigos, la intervención coordinada de los Bombers y los Mossos fue clave para evitar consecuencias aún peores.

Los retos de una verbena multitudinaria
La verbena de Sant Joan de este año se ha caracterizado por un incremento notable en la participación y en el volumen de llamadas de emergencia. Solo en Barcelona, cerca de 92.000 personas se congregaron en las playas para celebrar la llegada del verano, lo que obligó a reforzar los dispositivos policiales y sanitarios.
Durante la noche, las autoridades informaron de la detención de 105 personas en el conjunto de Catalunya, 32 de ellas en hechos directamente relacionados con la revetlla. Los delitos más comunes han sido contra el patrimonio, lesiones y violencia de género, además de diversas infracciones administrativas. Los controles de alcoholemia y drogas también arrojaron cifras significativas, con 157 positivos en alcohol y 27 denuncias por consumo de sustancias estupefacientes.
Más allá de los fuegos controlados y la fiesta en la vía pública, la nota más negativa han sido los heridos graves: además del hombre afectado por el incendio de la furgoneta, un bebé de apenas un mes resultó gravemente herido por la explosión de un petardo en el Vallès Occidental, sumando dramatismo a la noche más festiva del calendario catalán.
Balance de una noche intensa
El incendio de la furgoneta en Castelló d’Empúries, que pudo haber tenido consecuencias aún más graves, ilustra los riesgos asociados a la combinación de pirotecnia, vehículos y la euforia propia de la noche de San Juan. Aunque la rápida intervención de los servicios de emergencia evitó una tragedia mayor, el balance de la revetlla recuerda la importancia de extremar la precaución y seguir las indicaciones de seguridad en celebraciones masivas.
Catalunya cierra así una noche marcada por la participación y la intensidad de los festejos, pero también por la eficacia de los dispositivos preventivos y la capacidad de respuesta de los equipos de emergencia, que han permitido que la mayoría de incidentes se quedaran en sustos. No obstante, sucesos como el incendio de la furgoneta insisten en poner sobre la mesa la necesidad de mantener la vigilancia y la responsabilidad colectiva para evitar que una noche de fiesta termine en tragedia.