Un nuevo incidente doméstico ha encendido las alarmas durante la pasada madrugada. Aunque inicialmente no trascendieron detalles específicos sobre el lugar exacto o las circunstancias del hecho, la magnitud del suceso quedó reflejada claramente en el balance preliminar: cuatro personas intoxicadas tras inhalar gases tóxicos. Este tipo de incidentes, tristemente frecuentes, subrayan la importancia de extremar las precauciones especialmente durante las horas nocturnas.
Emergencia en L'Escala
Fue concretamente a las 00:53 horas cuando los servicios de emergencias del 112 recibieron la llamada alertando de un posible caso de intoxicación en un domicilio ubicado en la localidad de L'Escala (Girona). Hasta el lugar acudieron inmediatamente dos dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, preparados para enfrentarse a cualquier posible escenario.

Al llegar al inmueble, los bomberos encontraron a cuatro personas afectadas por la inhalación de gases. Rápidamente se llevaron a cabo mediciones de la calidad del aire, revelando niveles preocupantes de CO₂, confirmando así las sospechas iniciales. Las víctimas recibieron una primera asistencia sanitaria en el lugar antes de ser trasladadas al centro hospitalario más cercano, donde permanecen bajo observación médica.
Actuación rápida y profesional
La intervención de los bomberos fue clave para evitar una tragedia aún mayor. En primer lugar, se procedió a ventilar exhaustivamente la vivienda, asegurando así la renovación del aire contaminado y permitiendo la recuperación progresiva de la normalidad en el interior del inmueble. Esta acción resulta crucial para impedir que se acumule una cantidad peligrosa de gases tóxicos que puedan provocar daños irreversibles.
Durante la revisión minuciosa de las instalaciones domésticas, los bomberos identificaron una caldera como posible origen de la fuga de gases que puso en riesgo la salud de los habitantes de la vivienda. Siguiendo estrictamente los protocolos de seguridad establecidos, procedieron inmediatamente al precintado de la caldera implicada. Asimismo, se realizó una exhaustiva comprobación de las bombonas de gas situadas en el exterior del domicilio para descartar cualquier otro riesgo potencial.
Prevenir nuevos incidentes domésticos
Este tipo de sucesos pone de manifiesto la vulnerabilidad de muchas viviendas ante posibles fallos o deficiencias en sus instalaciones. El monóxido de carbono (CO) y el dióxido de carbono (CO₂) son gases especialmente peligrosos, al ser inodoros e invisibles, dificultando enormemente su detección inmediata por parte de los afectados.
Las autoridades recuerdan la importancia de revisar periódicamente todos los sistemas de calefacción, especialmente en períodos de mayor uso, como los meses más fríos del año. Asimismo, destacan la utilidad de disponer en los hogares de detectores específicos de monóxido de carbono, dispositivos sencillos pero altamente efectivos a la hora de prevenir intoxicaciones potencialmente fatales.