Un hallazgo de 2016, mantenido en secreto hasta ahora, podría ser la clave para resolver uno de los casos más enigmáticos de las últimas décadas. Nuevas evidencias apuntan a que la desaparición de una niña británica en 2007 no fue un secuestro sin resolver, sino un crimen con pruebas ocultas durante años.
Un descubrimiento oculto durante años
En 2016, la policía alemana realizó una redada en una fábrica abandonada en Neuwegersleben, propiedad de Christian Brueckner, principal sospechoso en la desaparición de Madeleine McCann. Allí, un perro rastreador descubrió un zulo bajo los cimientos del edificio, donde se hallaron restos de un perro enterrado junto a una cartera que contenía seis memorias USB y dos tarjetas de memoria.
Estos dispositivos almacenaban más de 8.000 archivos digitales, incluyendo imágenes perturbadoras que, según los investigadores, refuerzan la hipótesis de que Madeleine fue asesinada poco después de su desaparición.

Además de los archivos digitales, se encontraron objetos físicos inquietantes: ropa y juguetes infantiles, máscaras, productos químicos como cloroformo y éter, y armas de fuego. Estos elementos sugieren un patrón de comportamiento predatorio y una posible preparación para cometer delitos similares.
Brueckner, el principal sospechoso
Christian Brueckner, ciudadano alemán con antecedentes por delitos sexuales, ha sido vinculado al caso desde 2020. En el momento de la desaparición de Madeleine, Brueckner residía en el Algarve portugués, cerca del lugar de los hechos. Testigos lo situaron en la zona con una caravana, y registros telefónicos corroboraron su presencia en el àrea.
A pesar de las evidencias circunstanciales, Brueckner no ha sido acusado formalmente en relación con la desaparición de Madeleine. Actualmente, cumple una condena de siete años en Alemania por la violación de una mujer en 2005. Su liberación está prevista para septiembre de 2025, lo que ha generado preocupación entre las autoridades sobre la posibilidad de que evada la justicia si no se presentan cargos adicionales.

Un caso que podría cerrarse
El hallazgo del disco duro y los objetos en la propiedad de Brueckner ha sido descrito por los investigadores como "profundamente preocupante" y podría ser la pieza clave para cerrar el caso de Madeleine McCann. Las autoridades alemanas han instado a la Policía Metropolitana del Reino Unido a intensificar su colaboración para evitar que Brueckner quede en libertad sin enfrentar cargos relacionados con la desaparición de la nina.
La familia McCann ha sido informada de las nuevas evidencias, aunque los detalles específicos no se han hecho públicos. Mientras tanto, la investigación continúa, con la esperanza de que este nuevo giro proporcione finalmente respuestas a un caso que ha desconcertado al mundo durante más de 18 años.