La tranquilidad de este sábado en Malgrat de Mar (Maresme) se vio alterada al filo del mediodía por un incendio en un edificio de viviendas. El suceso terminó con varias dotaciones de bomberos desplegadas y un numeroso grupo de vecinos evacuados de forma preventiva. Con el paso de los minutos, se irían conociendo los detalles de un fuego que amenazó con propagarse a las plantas superiores.
El aviso llegó a los servicios de emergencia a las 14.10 horas, alertando de un incendio en la calle Girona, número 75. Según se constató en el lugar, las llamas se habían originado en el segundo piso y empezaban a ascender con rapidez hacia el tercero. Ante ese escenario, los Bombers de la Generalitat activaron de inmediato nueve dotaciones para frenar la propagación.
La principal prioridad fue evacuar a los residentes del tercer piso, los más próximos a las llamas. Durante la intervención, se rescató a un vecino que corría peligro y, posteriormente, se desalojó de forma preventiva a otras ocho personas de distintos niveles del inmueble. Esta medida resultó decisiva para evitar daños mayores en una situación que, por momentos, se antojaba complicada.
Cuatro heridos trasladados
El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) también se personó rápidamente, con un despliegue de tres unidades terrestres. Una vez asegurada la zona, se constató que seis personas requerían atención médica. Cuatro de ellas, que presentaban intoxicaciones por humo consideradas menos graves, fueron trasladadas a los hospitales de Calella y de Blanes, mientras que las otras dos afectadas recibieron el alta in situ.
Según han explicado los Bombers, las tareas de extinción se prolongaron hasta aproximadamente las 15.30 horas, cuando se dio por controlado el incendio. Aun así, las brigadas se mantuvieron sobre el terreno, removiendo escombros y vigilando posibles rebrotes de calor que pudieran reavivar las llamas. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos de mayor gravedad.
El incendio quedó finalmente reducido al segundo piso. No obstante, el temor a que el fuego ascendiera al tercero justificó la drástica evacuación del vecindario. Así se evitó la propagación, al tiempo que se protegió la integridad de los inquilinos.
En poco más de una hora, el fuego pasó de representar un gran peligro a estar bajo control. Este éxito en la intervención se debe, en gran medida, a la coordinación entre los Bombers, el SEM y los efectivos de seguridad presentes en el lugar. Sin su actuación, la situación podría haber derivado en un desenlace más grave.
Pese a la normalidad relativa que ha vuelto al edificio, la estructura necesitará un estudio detallado para garantizar que no haya sufrido daños significativos. Tampoco se ha precisado el nivel de afectación en los pisos colindantes, si bien se espera que los residentes puedan regresar a sus hogares en las próximas horas. Solo se mantienen las cautelas indispensables para no poner en riesgo a nadie.