La tarde del jueves estuvo marcada por un nuevo incidente en una de las arterias más transitadas de Catalunya: la autopista AP-7. A la altura del kilómetro 32, en sentido sur y a la altura del término municipal de Borrassà, se declaró un incendio que afectó a un vehículo y a la vegetación del margen de la vía.
El aviso se recibió a las 18:30h a través del teléfono de emergencias 112, y en pocos minutos, los equipos de Bombers de la Generalitat se activaron para contener la situación antes de que se propagara o causara daños mayores. Hasta cuatro dotaciones de bomberos se desplazaron rápidamente hasta el lugar.
Así se desarrollaron los hechos
Según han informado fuentes del cuerpo de emergencias, el incendio se originó en un turismo que circulaba por la autopista en dirección sur. Por causas que aún se están investigando, el vehículo comenzó a arder, y las llamas se propagaron a la vegetación seca que bordea el margen de la calzada.
Afortunadamente, el fuego no adquirió gran intensidad en la zona natural, pero sí generó una densa columna de humo que fue visible desde varios kilómetros a la redonda. La circulación en la AP-7 se vio afectada temporalmente, con retenciones puntuales mientras se desarrollaban las tareas de extinción y se garantizaba la seguridad de los conductores.
Intervención rápida y eficaz
Los Bomberos lograron extinguir el fuego en cuestión de minutos gracias a su rápida intervención y a las condiciones meteorológicas relativamente favorables, con poco viento en la zona. Aun así, se mantuvieron durante un tiempo más en el lugar para asegurarse de que no quedaran focos activos, especialmente en la vegetación, y para revisar el perímetro afectado.
El conductor del vehículo siniestrado pudo salir por su propio pie antes de que las llamas envolvieran por completo el automóvil. Las autoridades sanitarias también se desplazaron hasta el lugar por precaución, pero no fue necesario atender a nadie por inhalación de humo ni por quemaduras.
Un verano de alto riesgo
Este nuevo incidente se suma a una serie de pequeños focos que han aparecido en los márgenes de las carreteras catalanas durante los últimos días. Las elevadas temperaturas, la sequía acumulada y el estado seco de la vegetación hacen que cualquier chispa pueda convertirse en un problema mayor en cuestión de minutos.
Desde los Bombers se ha insistido en la importancia de extremar las precauciones, especialmente durante la conducción en zonas de vegetación seca. Aunque este incendio se ha producido por un fallo en un vehículo —posiblemente un recalentamiento del motor o un problema eléctrico—, cualquier descuido puede tener consecuencias nefastas en estas circunstancias.
Llamamiento a la responsabilidad
Las autoridades han aprovechado para recordar a los ciudadanos que está prohibido arrojar colillas desde los vehículos, una práctica irresponsable que, en condiciones como las actuales, puede desencadenar incendios forestales de grandes dimensiones. También se hace hincapié en el correcto mantenimiento de los vehículos.
Afortunadamente, en este caso, no ha habido víctimas ni daños a terceros. Sin embargo, la escena fue impactante y dejó a muchos conductores paralizados ante la imagen de un coche envuelto en llamas al borde de la autopista.
Lo que pudo ser una tragedia mayor quedó reducido a un susto, gracias a la eficacia de los Bombers, que con cuatro dotaciones actuaron con rapidez y profesionalidad. Una muestra más del valor de los servicios de emergencia en situaciones críticas como esta.