Una tarde que parecía tranquila en la comarca del Baix Llobregat se vio sacudida por un episodio de emergencia que, afortunadamente, no terminó en tragedia. Este miércoles, alrededor de las 16:44 horas, los Bombers de la Generalitat recibieron un aviso a través del 112: un vehículo ardía en plena carretera, concretamente en el kilómetro 9,7 de la B-23 en sentido Barcelona, a la altura del municipio de Molins de Rei.
De inmediato, los servicios de emergencia se movilizaron hacia el lugar del incidente. Las imágenes compartidas en redes sociales mostraban una densa columna de humo negro elevándose sobre la vía, visible desde varios puntos de la zona. En cuestión de minutos, los bomberos llegaron al punto del incendio para apagar las llamas.
La actuación de los bomberos
El fuego fue controlado en pocos minutos gracias a la rápida intervención de los efectivos desplazados, que lograron evitar que las llamas se extendieran a la vegetación próxima o afectaran a otros vehículos. Aunque el coche quedó completamente calcinado, no hubo daños personales de gravedad ni consecuencias mayores en la infraestructura de la carretera.
Los Bombers de la Generalitat recordaron en su perfil de X (antes Twitter) la importancia de mantener la calma en caso de incendio en un vehículo y, sobre todo, de evacuar inmediatamente el coche si se detectan signos de humo o fuego. También destacaron que, en este caso, la conductora actuó con rapidez y sangre fría, lo que evitó males mayores.
Tráfico afectado de forma temporal
La incidencia obligó a los Mossos d’Esquadra y a los equipos de emergencia a cortar parcialmente el tráfico en la zona para garantizar la seguridad tanto de los conductores como de los profesionales que actuaban en el lugar. Durante cerca de una hora, se produjo una ligera retención en el tramo afectado.
Afortunadamente, y gracias a la buena coordinación entre los distintos cuerpos de emergencia, no se tuvo que lamentar ningún accidente adicional debido al humo o a la presencia del coche en llamas.
Un susto que podría haber terminado peor
El suceso, aunque aparentemente menor, pone sobre la mesa lo rápido que puede cambiar una situación cotidiana en la carretera. La conductora, cuyo nombre no ha trascendido, pudo haber corrido un grave peligro si no hubiese reaccionado a tiempo. Su decisión de abandonar inmediatamente el vehículo ha sido clave.
Desde Bombers y Protección Civil han aprovechado para recordar a la ciudadanía que, ante cualquier anomalía en el coche, como olores extraños, humo, luces de advertencia o pérdida de potencia, es fundamental detenerse de forma segura y contactar con los servicios de emergencia.
Una historia con final feliz
Aunque el vehículo ha quedado completamente destruido, la historia ha terminado con un final esperanzador: una mujer salva, un perro sin daños y la demostración de que una respuesta rápida y eficaz por parte de los equipos de emergencia puede marcar la diferencia.
En la tarde de este miércoles en Molins de Rei, el miedo se disipó entre sirenas, espuma y fuego apagado, dejando atrás solo un coche calcinado y una valiosa lección.