Las noches siempre son peligrosas para aquellos quienes deciden montarse en un vehículo y emprender el camino por carretera. Nunca sabes con lo que te puedes encontrar y es una franja horaria punta en la concentración de accidentes. Así lo demuestra, por ejemplo lo que ha ocurrido esta madrugada en la provincia de Barcelona.
Ha sido en concreto en la C-33, a la altura de Mollet del Vallès y dirección a Girona, donde se ha producido un grave accidente entre una furgoneta y un turismo. Tras el impacto, han quedado alejados el uno del otro a varios metros de distancia y con golpes importantes en la estructura de los vehículos. Por el momento no ha trascendido mucha información acerca del accidente: ni el estado en el que conducían los propietarios ni siquiera la gravedad de las lesiones.
Lo que sí es certero es que varios coches patrulla de la Guardia Urbana se han desplazado hacia el lugar de los hechos. Además, la C-33 ha estado congestionada de caravana y con un único carril abierto a causa de este incidente durante gran parte de la mañana de este domingo 13 de octubre. El kilómetro exacto donde ha ocurrido ha sido entre el 88.3 y el 87.3.
Un consejo: no conducir de noche
Conducir de noche puede ser considerablemente más peligroso que hacerlo durante el día por varias razones. La visibilidad reducida es uno de los principales factores, ya que incluso con las luces encendidas, los conductores no pueden ver tan claramente como bajo la luz natural. Los reflejos también se ven afectados, y los objetos en la carretera, como animales, peatones o señales, pueden ser más difíciles de identificar. Además, esta madrugada ha aparecido en Barcelona una niebla que ha provocado que la visibilidad se limitara todavía más en las carreteras.
Otro riesgo es la fatiga, que tiende a aumentar por la noche. Los conductores pueden sentirse más cansados y sus reflejos y capacidad de reacción se ven disminuidos. Además, la probabilidad de encontrar conductores bajo los efectos del alcohol o las drogas es mayor durante las horas nocturnas, lo que añade un peligro adicional.
La poca iluminación en algunas carreteras y el deslumbramiento por las luces de otros vehículos también son factores que aumentan el riesgo de accidentes. En resumen, aunque conducir de noche es necesario en algunas ocasiones, siempre es recomendable tomar precauciones adicionales, como descansar bien, usar adecuadamente las luces del vehículo y estar más atento al entorno.