La noche que debía ser histórica para el fútbol francés terminó empañada por una ola de violencia que desbordó las calles. La euforia colectiva por el primer título de Champions League del Paris Saint-Germain se transformó en caos, dejando un saldo trágico y cientos de arrestos.
Una victoria sin precedentes que desató la euforia... y el caos
El Paris Saint-Germain logró el sábado 31 de mayo su primer título de la UEFA Champions League al vencer de forma contundente al Inter de Milán por 5-0 en la final disputada en Múnich.
El equipo dirigido por Luis Enrique dominó el encuentro con goles de Achraf Hakimi, Désiré Doué (autor de un doblete), Khvicha Kvaratskhelia y el joven Senny Mayulu. Este triunfo marcó un hito para el club parisino, que llevaba años persiguiendo la gloria europea.

La alegría se desbordó en las calles de París, donde miles de aficionados se congregaron en puntos emblemáticos como los Campos Elíseos y el Parc des Princes, donde unas 48.000 personas siguieron el partido en pantallas gigantes. La Torre Eiffel se iluminó con los colores del club, y las celebraciones incluyeron fuegos artificiales y cánticos que resonaron por toda la Ciudad.
Del júbilo al caos: disturbios y enfrentamientos
Sin embargo, la festividad se tornó violenta cuando grupos de radicales - y no es la primera vez que pasa - comenzaron a enfrentarse con las fuerzas del orden. En los Campos Elíseos y las inmediaciones del Parc des Princes, se registraron saqueos, incendios de vehículos y contenedores, y ataques con fuegos artificiales y objetos contundentes contra la policía. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los alborotadores.
El Ministerio del Interior informó que durante la noche se realizaron 559 detenciones en todo el país, 491 de ellas en París. Además, se contabilizaron 192 heridos y 692 incendios, incluyendo 264 vehículos calcinados. El ministro Bruno Retailleau calificó a los responsables de los disturbios como "bárbaros" que empañaron una celebración histórica.
Tragedias en medio de la celebración
La violencia no solo dejó daños materiales y heridos, sino también dos víctimas mortales. En la localidad de Dax, al suroeste de Francia, un joven de 17 años fue apuñalado en el pecho durante una reunión para celebrar la victoria del PSG. Aunque fue trasladado al hospital, no logró sobrevivir a las heridas.
En París, una mujer de 20 años que circulaba en scooter murió tras ser atropellada por un vehículo que transportaba a simpatizantes del PSG en el suroeste de la ciudad.
Además, en Grenoble, al sureste del país, un automóvil embistió a una familia que celebraba en la calle, dejando a cuatro personas heridas, entre ellas un joven de 17 años en estado crítico.

Un problema que no cesa
La conquista de la Champions League por parte del PSG representa un logro monumental para el club y sus aficionados. Sin embargo, los disturbios que siguieron ponen de manifiesto los desafíos que enfrentan las autoridades y la sociedad para garantizar que las celebraciones masivas se desarrollen de manera segura y pacífica.
El contraste entre la alegría deportiva y la violencia callejera plantea preguntas sobre la gestión de eventos multitudinarios y la necesidad de promover una cultura de celebración responsable. Mientras el PSG se prepara para ser recibido con honores en el Palacio del Elíseo, la ciudad de París y el país entero ven como, una vez más, el caos se apodera de una Francia cada vez más hundida.